sábado, 30 de octubre de 2010

Las industrias en LOS SANTOS DE MAIMONA

Indudablemente forman parte de la historia de los pueblos sus industrias, y en Los Santos existió una que cambió la vida de la localidad en la segunda parte del siglo XX, esta fue la Fabrica de Cementos Asland. Esta es una breve historia de aquella fabrica que estuvo activa hasta principios de los años setenta y que al desaparecer dejó su esqueleto de acero y hormigón en las cercanías de la población como testimonio de lo que un día fue.




La necesidad de cemento a pie de obra, para el Plan Badajoz supuso que, en el año 1.956, se inaugurase la primera fábrica de cementos de Extremadura. Según se recoge en el nº 259 de la revista Cemento-Hormigón de Octubre de 1.955, la Compañía General de Asfaltos y Portland “ASLAND”, era la encargada de montar la fábrica, aprovechando unos yacimientos de calizas de tipo cámbrico inmediatos al emplazamiento de la fábrica, en la Sierra de San Cristóbal.
La pieza fundamental – agrega la publicación- es un horno rotatorio “Allis- Chamlers”, de construcción enteramente soldada, de 2,70 metros de diámetro y 42,64 metros de longitud.
Lo más novedoso de este horno era el aprovechamiento de sus gases de salida para producir vapor de agua en una caldera multitubular que, luego, era convertido en electricidad en un grupo turbo- alternador de 800 KWA a 3.000 V. Esta medida se adoptó, debido a la deficiencia eléctrica que padecía Extremadura en esos años. Por eso, los ingenieros, diseñaron una central térmica que, en parte, autoabastecía a la fábrica de la energía eléctrica necesaria. El horno se alimentaba de carbón y fuel-oil o mezcla de ambos.
En cuanto a la disposición general de la planta, giraba en torno a una gran nave-almacén central de 122 metros de longitud y 15 de anchura alrededor de la cual, se situaban las distintas secciones. En esta nave se podían almacenar hasta 3.000 Toneladas de piedra, 2.000 de Carbón, 7.000 Tm. de clinker (1)
y 200 Tm. de yeso. El combustible líquido se almacenaba en tres tanques con capacidad para 200 Tm.
Tanto el horno, como la central térmica, eran de origen americano- algunas informaciones apuntan a una fábrica de cementos de Panamá- . El resto de la maquinaria utilizada – se destaca en la publicación Cemento-Hormigón- fue de origen español.

(1) Caliza cocida. Esa es la definición más exacta de lo que se conoce como clinker, la principal materia prima de la que se obtiene el cemento. Previamente, el clinker es sometido a un proceso de cocción, a partir del cual puede ser utilizado por las industrias que lo someterán a una trituración laboriosa de la que se obtiene el cemento. Para ello, los operarios de las fábricas de cemento emplean unos molinillos especiales en los que se muele directamente el clinker, que está constituido por una especie de bolas de color grisáceo de tamaño similar al diámetro de una pelota de golf, aunque en ocasiones son más pequeñas.

La producción total de la factoría- una vez dotada de un segundo horno en una segunda fase- se situaba, en torno a las 90.000 Tm. anuales
Ya en Octubre de 1.955 estaban construidos los edificios para el taller mecánico, laboratorios, almacén, garajes, oficinas y viviendas para empleados; se esperaba que, en ese mismo año, comenzase a funcionar el primer horno aunque no fue hasta 1.956, cuando el General Franco inaugurara oficialmente la fábrica. Concretamente el 7 de Octubre, acompañado de las primeras autoridades locales, provinciales y nacionales. En el acta del pleno del Ayuntamiento -presidido por el entonces alcalde Juan Blanco- se hace alusión a ese hecho “expresando públicamente la complacencia y el mas sincero agradecimiento por su estimada cooperación al vecindario en la brillantez y vistosidad del recibimiento”.


REPERCUSION SOCIAL
El funcionamiento de la fábrica de Cementos de la Compañía General de Asfaltos y Portland –ASLAND- tuvo una repercusión económica y social muy importante: solo hay que pensar que trescientas familias -de una manera directa o indirecta - dependían de ella. El comercio, se vio favorecido por el empuje de unos trabajadores- algunos muy bien cualificados- que se vinieron a vivir a Los Santos y gastaban parte de su sueldo aquí. La fabrica supuso un antes y un después en el modo de vivir de los santeños y así se entendió por los gobernantes de la época que, no obstante al “caramelo” que se le ponían ante sus narices, se mostraron cautos.
En el año 1.952 – 16 de Agosto- un acta del Ayuntamiento, recoge la copia literal de una carta enviada por el gerente de la Compañía ASLAND agradeciendo las facilidades dadas a la Compañía para sus prospecciones en la Sierra de San Cristóbal. En esa fecha ya se sabía que, el concurso abierto por el Gobierno para la construcción de dicha fábrica, había quedado desierto. De ahí que el Ministerio de Industria se hubiera dirigido a ASLAND con nuevas indicaciones, a fin de llevar adelante el proyecto. De manera que el director gerente de ASLAND señala “que es posible que lleguemos a tomar una resolución en firme sobre este asunto”.

El acta del Pleno Municipal de 16 de Agosto de 1.952 se refiere a la carta enviada al alcalde por Paulino Palomar- director Gerente de la Compañía de Asfaltos y Portland ASLAND- en dos sentidos:
Le comenta que se han hecho las catas oportunas en la Sierra de San Cristóbal y se ha descubierto “piedra- terreno yermo-pero habría que hacer una explotación muy costosa, debido a que, dicha piedra caliza, no se presenta en masa y hay que desechar parte de los detritus”.
De otro lado, el gerente de ASLAND adelanta al alcalde el alcance económico y social que supondrá la instalación de una fábrica de estas características en el pueblo ya que “daría ocupación a muchos habitantes del mismo”.
En total se “cataron” sesenta hectáreas aunque, al final, serian solo 40 las necesarias para las canteras. El alcalde de Los Santos, Juan Blanco y el Sr. Palomar se citan en Madrid el 11 de Septiembre para ultimar los detalles de la compra de dichas tierras: “se pagará- dice Palomar en su carta- al precio que se estime justo en ese pueblo, mas un 50 por ciento”.
Desde un primer momento la Corporación Municipal ofrece todo tipo de facilidades para la instalación de la fábrica que, “necesariamente- dice el acta- deberá ubicarse en el término de Los Santos o en parte de él y muy cerca de la población”. El 30 de Septiembre, la Corporación Municipal vuelve a reunirse y se aluden a las 40 Hectáreas de la Sierra de San Cristóbal que se han de enajenar; se vuelve a aludir a las ventajas socioeconómicas.
“Tal fabrica mejoraría extraordinariamente las condiciones económicas y sociales de esta localidad”.

LA VENTA DE LA SIERRA

Ello justificaba, con creces, la venta de la sierra a ASLAND para las canteras y se hacia referencia, a los altos precios que se estaban pagando en el pueblo por tierras de este tipo. El Ayuntamiento, encargó la medición y tasación de los terrenos al perito agrícola de Los Santos D. Ricardo Echevarria. El Ayuntamiento exigió a ASLAND la autorización del Ministerio de Industria y que, al acudir a la subasta de esas 40 Hectáreas, la mitad de la maquinaria para la cementera deberá estar en España y que, dado el “interés nacional”, la construcción de la misma se ha de hacer de inmediato.
La totalidad de la Sierra constituían algo mas de 73 Hectáreas pero ASLAND solo pujó por 40 Has. El Ayuntamiento otorgó a ASLAND la opción de comprar del resto del terreno, si fuese necesario para la cantera. Pero si en el plazo de 20 años no se hubiera hecho efectiva dicha compra, los terrenos volverían a propiedad municipal para explotarlos en la forma en que el Ayuntamiento estime conveniente. ASLAND, nunca llegaría a hacer efectiva esa cláusula.
Por esas 40 Hectáreas, ASLAND pagó al Ayuntamiento 468.160 pesetas a razón de 11.704 Pesetas por Hectáreas. Este acuerdo Plenario fue tomado el 11 de Noviembre de 1.952. El 25 de Febrero de 1.953 el Ministerio de la Gobernación autorizaba la enajenación de la Sierra de San Cristóbal.
Lo que ASLAND pagó por la Sierra de San Cristóbal supuso un buen pellizco para las arcas municipales, si tenemos en cuenta que, el capitulo de Ingresos del presupuesto de 1.952 se situaba en unas 900.000 pesetas. Es decir, estamos hablando de la mitad de ese capitulo del presupuesto.

El 7 de Octubre de 1.956 se inaugura la Fábrica de Cemento por parte de S.E. El Generalísimo Francisco Franco. Como se pueden imaginar Franco fue recibido en Los Santos de una manera apoteósica y el propio Ayuntamiento, días después, en un pleno, da las gracias al vecindario y viene a “expresar públicamente la complacencia y el mas sincero agradecimiento al vecindario en general, por su estimada cooperación en la brillantez y vistosidad del recibimiento al Jefe del Estado”.

10.000 KILOS DE CEMENTO PARA EL PUEBLO

Dos meses después de la inauguración de la Fábrica – el 4 de Diciembre- visita el pueblo Antonio Méndez Campoy, subdirector General de la Compañía ASLAND, quien agradece las facilidades que, en todo momento, ha encontrado su empresa para la instalación de la fábrica y las canteras. Como testimonio de gratitud regala al Ayuntamiento 10.000 Kilos de cemento- el primero se dice que ha salido de la fábrica- que seria usado- según recoge el acta del Pleno Municipal de fecha 26 de Diciembre- para una obra singular
“El generoso donativo será invertido en una obra municipal que perpetúe, a través de los tiempos, los motivos y causa de su agradecimiento”.

La fábrica, inicia pues su andadura con ese refortalecimiento social y económico de Los Santos: casi 200 personas trabajan en las instalaciones y a su sombra comienza a forjarse en Los Santos una importante actividad de transportistas ha llegado hasta nuestros días. La emigración se frena en el pueblo aunque, una vez desmantelada la fabrica en los años 70, se vuelve masivo como en otros muchos lugares de Extremadura.
Aquellos 20 años de vida de la Fábrica de ASLAND en Los Santos supuso para el pueblo la aparición de comercios, tiendas y algunos talleres relacionados con el sector del automóvil. La apertura de la fábrica casi coincidió en el tiempo con la apertura de la carretera variante Badajoz -Sevilla –por el Rincón- y el desvío por la Nava de la Mérida –Sevilla. Esto, que para cualquier pueblo hubiera supuesto – como ocurre ahora con la supresión de las travesías por la construcción de autovías- un declive económico, no tuvo ninguna repercusión en los Santos ya que, por ejemplo, los bares se vieron favorecidos con la llegada de trabajadores de ASLAND que consumían mas y porque los sueldos en la cementera eran muy superiores al del resto de los trabajadores. En este terreno, los empleados de fabrica estaban mejor mirados que los que llevaban a cabo labores de extracción de piedra en las canteras.

FORMACION DE JOVENES

Por otro lado la empresa ASLAND creó un centro de Formación- en la propia fábrica- para cualificar a muchos jóvenes santeños empleados en la factoría: el profesor Juan Antonio Candelario se encargaba de la cultura general y los propios peritos o ingenieros de la fábrica de la formación técnica. Los cursos de formación se daban antes de que, la sirena, llamara para el primer turno de la mañana. Este empeño de formar a jóvenes santeños, sirvió para que ascendieran peldaños dentro de la propia empresa y animó a otros profesores a crear una Academia para la preparación del bachillerato: “La Academia Ntra. Sra. de Guadalupe”.
El Casino de Los Santos, fue una consecuencia de la presencia en Los Santos de la Cementera ya que se auspició por voluntad de altos cargos de ASLAND que animaron a la, hasta entonces, “dormida clase media- alta” para constituir un Centro de recreo único en la zona:”El Circulo de la Amistad”.

AUMENTO DE POBLACION

Si nos detenemos un momento en la evolución de la población en Los Santos –datos del INE- nos encontramos que, en el censo de 1.960, aparecen 10.150 vecinos; un numero que evolucionó a mas en los primeros años de aquella década. En 1.970 el descenso fue importante: el censo baja a 8.207 vecinos. La sangría de la emigración se hace notar en el pueblo aunque menos acusada que en otros: Desde 1.920 – según datos históricos del INE- Los Santos de Maimona no ha bajado de los 8.000 habitantes con ascensos significativos entre 1.940 y 1.960 en los que se pasó, de los 8.700 a los aludidos 10.150 del censo del año 1.960. Y ese hecho, coincidió con el funcionamiento de la fábrica de ASLAD desde 1.956.
En el año 1.965, el Ayuntamiento vuelve a insistir en los beneficios del funcionamiento de la fábrica, a tenor de un informe favorable sobre medidas correctoras de emisión de humos y partículas.

PRIMERAS QUEJAS

Pero en el año 1.970 llegan al Ayuntamiento “innumerables quejas” -de vecinos cercanos a la fábrica y propietarios de fincas cuyos parajes también estaban en sus inmediaciones- por “el polvo y el humo” que desprendían sus instalaciones.
La Corporación Municipal -que presidía Francisco Murillo de la Calzada - tomó cartas en el asunto ya que, el 22 de Julio de 1.965, la Comisión Provincial de Servicios Técnicos había obligado a la empresa a tomar “medidas correctoras” para evitar dichas emisiones. El Ayuntamiento de Los Santos, ignoraba si aquellas medidas se habían o no puesto en marcha, por lo que instaba a ASLAND a que, “en el plazo de 15 días, emitiera un informe que, de no satisfacer al Ayuntamiento, obligaría a éste a elevar las quejas a los órganos superiores competentes”.

EL CIERRE

Hasta 1.972, no llegan alarmantes noticias del cierre de la Fábrica de Cemento al Pleno Municipal. El alcalde- Cipriano Tinoco- informa de que tiene conocimiento sobre el cierre de la fábrica considerando las repercusiones de tipo social y económico que, para la vida de la villa, tendría el cierre de dicha factoría. La Corporación expresa, por unanimidad, “el disgusto y la honda preocupación que les produce tal noticia y que, por el alcalde y una comisión nombrada en su caso al efecto, se hagan cuantas gestiones sean posible ante los diversos organismos oficiales -de ámbito provincial e incluso nacional - para dar una solución al grave problema que el cierre, plantearía a la población”
En Junio de ese mismo año, la Delegación Provincial de Trabajo deniega la reducción de plantilla de la fábrica lo que supone- se dice en el acta de la sesión plenaria - “una esperanza de que prosiga el desarrollo industrial no solo de Los Santos sino incluso de toda Extremadura”.
Pero el proceso de desmantelamiento de la fabrica de cemento no tenia punto de retorno y la misma Delegación de Trabajo dicta una resolución para “proteger a los obreros que forman la plantillas de ASLAND, conocido el informe desfavorable de la dirección General de Industrias Químicas y de la Construcción por el que se suspenden temporalmente sus contratos por seis meses, con los máximos beneficios”.
El pleno del Ayuntamiento destaca que el numero de obreros que continúan trabajando en “Comercial Asland S.A.” – aquí se cambia por primera vez el nombre de la empresa - es algo mas de 100, cuando la empresa solo pretendía quedar en dicha comercial a unos 40.
ASLAND está en pleno proceso de desmantelamiento de su empresa y, el 21 de Abril de 1.973, comienza a soltar lastre: solicita al Ayuntamiento el arriendo de las canteras de la sierra de San Cristóbal. El Ayuntamiento reacciona con la posibilidad de que dicha sierra- vendida por el Ayuntamiento para dichos fines- vuelva a revertir al pueblo y que, en caso contrario de esa reversión y por personal técnico en la materia, se facilite informe de las condiciones de la explotación y si es o no rentable, para el fin que se persigue.

CESION DE LAS CANTERAS

Un año después, ASLAND se deshace definitivamente de las canteras. Y lo hace con falsas expectativas de una nueva vuelta a la actividad que nunca llegaría. “La ceden- según la sesión plenaria de 28 de Febrero de 1.974- sin condición de clase alguna para su explotación por el Ayuntamiento bien sea directamente o en subarriendo y sus beneficios se destinen para mejoras en el pueblo de obras sociales, urbanizaciones, alumbrado etc. Pero condicionada esta cesión a que, tan pronto la empresa ASLAND necesiten dichas canteras para la puesta en marcha de esa fabrica de cementos - previo aviso y con antelación suficiente- le sean devueltas”.
Bien conocía ASLAND que, en sus planes, no estaba reflotar la empresa de Los Santos debido a dos factores: había apostado por la modernización de las Fábricas de Córdoba, Villaluenga de la Sagra o Niebla y las canteras de la Sierra de San Cristóbal seguían siendo complicadas de explotar.
Una forma muy sibilina por parte de ASLAND de dejar “el muerto” al Ayuntamiento que, sin embargo, acoge con verdadera satisfacción esa noticia y se faculta al alcalde a que firme los documentos oportunos para la cesión.
La realidad es que con ello ASLAND deja las grandes oquedades de la cantera sin ningún tipo de protección, ni cumple sus compromisos con la recuperación de ese espacio explotado. El final de estas canteras y de la “basura industrial” que supone lo que todavía queda en pie de la fábrica de cemento, fue un caramelo envenenado que ASLAND vendió- por el precio simbólico de 1 peseta - al Ayuntamiento.
Solo la rehabilitación llevada a cabo en las canteras, ha costado muchos millones de las antiguas pesetas a través de distintos proyectos- Escuelas Taller, Junta de Extremadura, Unión Europea- y no digamos lo que supondrá para el municipio derribar todos los edificios inservibles de la antigua factoría en la zona de la Nava. En Este terreno, la empresa ASLAND no fue leal con el pueblo de Los Santos que tantas facilidades le dio; porque, si quería beneficiar con esa cesión al municipio, lo debió hacer en las debidas condiciones: demolida la parte de la fábrica inservible, y adecentadas las canteras.

UN ÚLTIMO INTENTO

La realidad es que la fabrica no produce y las canteras están paradas; por parte del Ayuntamiento – Mayo de 1.973- se pretende demostrar que, en la zona sur de España, hay mercado suficiente como para mantener abierta la factoría de Los Santos, que la calidad de la piedra de las canteras es buena y que la disminución de la producción, se debe al utillaje de la factoría santeña.
El gobierno lleva a cabo en esas fechas una restructuración del sector cementero y estima que, a partir de 1.975, serian necesarias 13 millones de toneladas de cemento anuales y una inversión en el sector de unos 30.000 millones de pesetas. El problema fundamental es que las nuevas fábricas, deberán dimensionarse con producciones mínimas de 600.000 toneladas anuales y la de Los Santos – con poco mas de 150.000- necesitaría una reforma total que no entra en los planes de ASLAND; su decisión es potenciar otras factorías ubicadas en distintos puntos del país adonde definitivamente son recolocados algunos trabajadores de Los Santos.
Se debate en aquella sesión histórica en el Ayuntamiento de Los Santos sobre la abundancia de piedra: en las hectáreas de la Sierra de San Cristóbal aún sin tocar por ASLAND -con opción a compra - y en otra sierra adquirida por la cementera a Ángel Gutiérrez -en la llamada “Sierra de Los Santos” o Sierra Gorda- que tampoco puso nunca en explotación.
Pero la decisión de ASLAND está tomada y no valen influencias, ni de políticos ni las manifestaciones en el pueblo. La fábrica se cerró y ello se notó de una manera muy fuerte en la economía de Los Santos. Quede en este artículo como referencia histórica, los argumentos que, para la reapertura de la fábrica, hacen los miembros de la Corporación Municipal el 26 de Mayo de 1.973 en un último intento por reflotarla.
1.- Industria declarada de interés nacional
2.- Factoría inaugurada personalmente por S.E. el Jefe del Estado en 1.956
3.-Nos consta la petición de un crédito por parte de ASLAND -de 253 millones de pesetas- para modernización y ampliación de la fabrica.¿Fue concedido y utilizado ese crédito? Existe documentación en el Ayuntamiento de tal gestión en 1.970
4.- Tradición cementera de la localidad.
5.- Mano de obra especializada.
6.- Canteras inagotables de buena calidad.
7.- Mercado propio.
8.- Situación privilegiada de Los Santos en las carreteras nacionales N-630 y N-432 ferrocarril y distancias reducidas a los puertos de Sevilla y Huelva
9.- Todos los condicionamientos políticos - sociales conocidos.
10.-Estos argumentos son validos, tanto para hacérselos ver a ASLAND como para ofrecérselos a cualquier otra empresa que pueda interesarse en la explotación de las canteras de las que en estos momentos goza ASLAND.

Los reunidos decidieron que del acta, se enviase una copia al, por entonces, Príncipe de España D. Juan Carlos de Borbón y que se haga constar igualmente la “falta de cumplimiento por la empresa ASLAND a la resolución de la Dirección General de Trabajo, en cuanto a la permanencia de ciertas secciones en la factoría de Los Santos, haciendo caso omiso hacia aquello que no ha sido de su interés, con el consiguiente perjuicio para obreros y pueblo”.


LA OPINION

Visto ya con la perspectiva del tiempo, ASLAND no hizo bien sus deberes a la hora de abandonar Los Santos de Maimona. Se puede entender que, por cuestiones económicas, la estrategia de la empresa fuese ampliar otras fábricas en zonas distintas a Extremadura. Cada empresa es libre de elegir el lugar donde hacer sus negocios. No es de recibo sin embargo que, tras su explotación, no se llevaran a cabo las mínimas labores de contención de los cortes en las canteras y que la factoría en la Nava se mantuviera a lo largo de los años sin desmantelar. No es suficiente “regalar” estas edificaciones – en fase ruinosa- al pueblo de Los Santos porque, ahora, el Ayuntamiento ha de afrontar los elevadísimos costes que supone la eliminación de esa “basura industrial”, para convertir el solar en terreno industrial. En cuanto a las canteras, su recuperación ha sido posible gracias a la voluntad política de varios gobiernos locales – de distinto signo- y con mucho dinero aportado por el Ayuntamiento y otras administraciones. Tampoco en este terreno- a pesar de que la legislación le obligaba a ello- ASLAND se portó bien con los santeños; lo que “nos regaló” fue una sierra agujereada que comenzó a utilizarse como basurero y que poco a poco estamos recuperando.
La fábrica de Cementos de Los Santos se pudo ampliar y adecuar a las necesidades de las nuevas tecnologías de la época; si las canteras, en mayor o menor medida estaban agotadas, se podrían haber hecho otras prospecciones en zonas cercanas. En todos los sitios donde están instaladas cementeras, una vez que la materia prima escasea, se busca en otros yacimientos más o menos lejanos.
La idea de ASLAND, desde el principio, fue marcharse de Los Santos una vez concluida la construcción de las grandes presas del Plan Badajoz. Lo que deben saber las nuevas generaciones es que, nuestros gobernantes, se dejaron la piel para que esa industria se quedase entre nosotros. A ellos el reconocimiento por su labor.
LUCIO POVES.

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No menos importante en Los Santos ha sido la Fabrica de Aceite y Jabones "El Portazgo",y si bien en cuanto al número de trabajadores que esta industria han realizado su labor han sido bastante menos que e la de Cementos, ha estado muy arraigada en Los Santos, tanto que aun hoy está en pleno funcionamiento. bajo el nombre de NUSESA; el artículo siguiente, igual que el anterior pertenece a D. Lucio Poves.




UNA APROXIMACION A LA HISTORIA.
LA DENOMINACION EL PORTAZGO:

¿De donde proviene la denominación del Portazgo que nos ha llegado a nuestros días?. Esta claro que la palabra “portazgo” nada tiene que ver con lo que se ha venido haciendo en este edificio en los últimos años. Habría que remontarse a muchos siglos atrás.

Portazgo.- Impuesto medieval derivado del antiguo tributo romano-visigodo llamado portaticum o teloneum, que se cobraba por los portazgueros en beneficio de los reyes o de los señores feudales a los que el monarca había cedido su percepción. Dicho impuesto gravaba la conducción de mercancías a un mercado y su venta en el mismo, y se pagaba por el tránsito de las personas o de ganados y otros bienes por determinados lugares aduaneros, como los puertos de montaña, marítimos o fluviales, los puentes, las puertas de las ciudades y poblaciones, el lugar mismo del mercado, las aduanas interiores establecidas en algún punto del territorio o en los albergues y posadas. También se llamaba “portazgo” al edificio donde se cobraba tal impuesto.

La Cañada Real Occidental pasaba por el Puerto de la Plata, paso natural situado en la prolongación hacia el este de la Sierra del Castillo, entre dos elevaciones de considerable altura. En él se ha localizado un yacimiento arqueológico, alguno de cuyos edificios podría haber servido para el control de los rebaños trashumantes y la percepción del correspondiente portazgo.

El Camino de la Plata pasaba entre la Sierra de San Cristóbal y la Sierra del Castillo.
En el Interrogatorio de la Real Audiencia de Extremadura de 1790, al referirse a Los Santos, se dice que junto al lugar donde se halla actualmente “El Portazgo” existía un puente sobre el arroyo Robledillo en el que se cobra la encomienda de esta villa por las caballerías que pasan por este término con cargas, carreterías y muletadas”.

Con motivo de las obras de la Autovía de la Plata A-66, en 1999, se descubrieron, junto y a escasos metros de lo que hoy es “El Portazgo”, dos yacimientos arqueológicos, precisamente en la zona por donde pasaba la calzada romana, pegada a la carretera N-639, que bien pudieran haber sido lugar de cobro del portazgo de mercancías. Tal denominación habría permanecido desde tiempo inmemorial en la memoria popular hasta el momento de la construcción y puesta en funcionamiento de la fábrica de aceite y posteriormente; de ahí su nombre actual de “El Portazgo”.

BIBLIOGRAFÍA RECOGIDA POR ANICETO SAMINO CRONISTA OFICIAL DE LOS SANTOS Y FALLECIDO RECIENTEMENTE A CUYA MEMORIA DEDICO ESTE TRABAJO CON EL RECUERDO EMOCIONADO. TODA LA INFORMACION QUE ME FACILITÓ POCO ANTES DE MORIR ESTÁ EN LOS ARCHIVOS OFICIALES DEL EXMO. AYUNTAMIENTO DE LOS SANTOS Y EN OTRAS PUBLICACIONES:

• Luís García de Valdeavellano.- Historia de España. De los orígenes a la Baja Edad Media.
• Manuel Molina Lavado y Diego Muñoz Hidalgo.- I Jornadas de Historia de Los Santos de Maimona.

PRIMERO MOLINO DE ACEITE:
Antes que fábrica Extractora de Aceite de Orujo y de Jabones, el Portazgo fue un molino de aceite tal vez asentado – según cuenta la leyenda- en un antiguo oratorio de monjas y, con toda seguridad, junto al “Portazgo”. Las amplias bóvedas de algunas de sus estancias podrían dar pié a ese rumor popular que no se sostiene en ningún documento escrito pero que introduce un punto de misterio en torno al primitivo edificio. Mas bien la historia verdadera apunta a Mauricio Gordillo Romero quien, a principios del siglo XX, levanta en este lugar - ¿o adquiere de un propietario anterior?- el molino de Aceite llamado “San Antonio”. Hay documentación escrita de que en 1.920 el molino existía y a partir de esa fecha Mauricio Gordillo- quien mas tarde llegó a ser alcalde de Los Santos tras la Dictadura de Primo de Ribera- monta una jabonaría.
Las piedras del molino y las prensas utilizadas para la extracción del aceite en aquella primitiva almazara y la primitiva jabonaría han desaparecido por completo debido a que el siguiente propietario del Portazgo Francisco Gallego -a quien en Los Santos se le conocía como “el niño millonario”- transformó aquella vieja almazara en una autentica fabrica de extracción de aceite de orujo en la década de los cuarenta. Bueno parea ser mas exacto la empresa era de la familia de los Gallegos – de Sevilla- pero la figura mas visible de estos empresario fue uno de los hermanos Gallego mas jóvenes- Francisco Gallego- que hoy cuenta mas de ochenta años y mantiene su mismo espiritu de joven.

DESPUES FÁBRICA DE EXTRACCION DE ACEITE DE ORUJO Y JABONERÍA:
El calificativo de “niño millonario” para Francisco Gallego le venia como anillo al dedo: se comportó como un empresario muy generoso que pagaba a sus obreros por encima de la media en el sector, les llegó a regalar una bicicleta a cada uno para que el trayecto entre Los Santos y la factoría lo realizaran con mayor prontitud ya que unos iban andando y otros en burros. Siempre estuvo rodeado de una aureola de hombre de dinero y llevó a cabo profundas modificaciones tanto en el edificio como en la maquinaria. En su época mandó construir la excelente chimenea de ladrillos que aun se conserva y otra más pequeña, también de ladrillo, dando un cierto empaque a la fábrica que contaba con la planta extractora del aceite del orujo, la jabonaría y una pequeña refinería de aceites. Estas dos chimeneas las construyó el maestro Albañil de Los Santos Juan Sayago. Francisco Gallego estaba respaldado por su padre que, como el resto de sus numerosos hermanos, vivían en Sevilla. Cuentan del “niño del portazgo o niño millonario” que cuando iba a Zafra en automóvil atravesaba la peatonal calle Sevilla y si le multaban por ello pagaba el doble para volver por el mismo sitio.
La obtención del aceite de orujo se lleva a cabo tomando como base el orujo: un subproducto procedente de la molturación de las aceitunas en las almazaras compuesto por parte de la pulpa, piel y hueso que, en tiempos de los molinos antiguos, llegaba a retener un buen tanto por ciento de aceite y poca humedad. Ese aceite -a través de disolventes orgánicos- es extraído mediante un proceso fisicoquímico y el producto resultante es el “aceite de Orujo”. Este aceite, es necesario enriquecerlo con aceites de oliva vírgenes que le confieran propiedades organolépticas (olor, sabor y color).
La utilización del aceite de orujo está muy generalizada para la obtención del aceite de Oliva que no es mas que una mezcla- en distintas proporciones- del Oliva Virgen con otros refinados obtenidos bien a través del orujo o rebajando la acidez de aceites de oliva con menor calidad.
En El Portazgo existió siempre una pequeña refinería de aceite para rebajar el grado de acidez tanto de los obtenidos a través del orujo como a otros, altos de grado, que luego serian enriquecidos con el de Oliva Virgen. Tengamos en cuenta que no hace muchos años – por culpa de una tardía recolección de las aceitunas o un manejo inadecuado en los patios de las almazaras donde se dejaban mucho tiempo las aceitunas amontonadas- resultaban aceites de muy alto grado de acidez que necesariamente había que rebajar. .Hoy en día, además del aceite de Oliva se consiguen aceites de Oliva Virgen Extra con un grado de acidez optimo y extraordinario sabor que constituyen el autentico jugo de la aceituna sin añadir otros.

LA PRIMERA MODERNIZACIÓN:

La presencia de la familia Gallego al frente de la fábrica del Portazgo finalizada la guerra civil española fue, sin lugar a dudas, providencial. Cuentan que desde Sevilla, trajeron a familias para trabajar como mecánicos en la factoría entre ellos los Montoya, los Gallardo y Reina- quien llegaría a ser entrenador de fútbol de La Estrella-. Los maestros jaboneros vinieron desde Valencia- hermanos Tarazona- . Era la única gran empresa de Los Santos de Maimona antes de la Fábrica de Cementos. A pesar de la larga tradición aceitera de los Gallego la empresa de Los Santos presentó suspensión de pagos por algo más de 18 millones de pesetas a principios de los 50. Y decimos que quebró la empresa aunque no los Gallego que continúan con sus negocios aceiteros en Sevilla (1).

Una lastima que la fabrica del Portazgo de Los Santos no entrase en los planes de Francisco Gallego quien, tras el cierre de la factoría no volvió a aparecer por aquí aunque si su familia ya que en la actualidad un cuñado suyo, Francisco Carrasco, es quien lleva las riendas del Portazgo tras la compra a la Cooperativa Virgen de la Estrella que siguió a los Gallego. Y la tradición sigue porque José Alemán Carrasco, un nieto de Francisco Carrasco, acude al Portazgo en épocas de campaña aceitera y se aloja en la casa que se conserva en los altos de las oficinas..

(1)En la actualidad un hermano de Don Francisco Gallego - Miguel - es propietario de MIGASA el segundo grupo aceitero de España después de Koipe. . Lo que nació como una empresa familiar hoy tiene en su seno a Aceites La Masía, adquirida a Unilever, y a los grupos Ybarra, Mueloliva y Salgado mediante una política de sociedades conjuntas. Común denominador ha sido su capacidad para aglutinar en una sola mano empresas en crisis de un sector con problemas. Esta política de compras y, sobre todo, de acuerdos con otras empresas en dificultades, ha supuesto a la firma Sevillana la posibilidad de formar un grupo aceitero con una facturación de entre 450 y 500 millones de euros, solamente por detrás de Sos (Koipe-Carbonell).

LA COOPERATIVA NTRA. SRA. DE LA ESTRELLA:
Tras la suspensión de pagos de los Gallego, la Junta de Acreedores creada al efecto se hizo con la empresa en el año 1.955 tras cinco sin actividad y con las instalaciones ya muy deterioradas. De esta manera el Portazgo inicia una nueva etapa pero siempre relacionada con la obtención de aceite de orujo y la fabricación de jabones. Entre los nuevos socios- todos relacionados con el negocio del aceite- encontramos a : Joaquín Obando- de Los Santos- Adrián Barroso- de Villafranca – Lorenzo Álvarez- de Almendralejo, Juan Antonio Muñoz Gallego Fuente del Maestre y otros mas -hasta catorce- de poblaciones cercanas como Puebla de Sancho Pérez, Medina de las Torres o Solana de los Barros.
Nace así la Cooperativa Nuestra Señora de la Estrella- mas tarde, en 1.961, convertida en Sociedad Anónima Nuestra Sra., de la Estrella, NUSESA- cuyo presidente fue D. Joaquín Obando quien, a diario, acudía a la factoría en unos momentos de modernización y reparación de edificios y de toda la maquinaria tanto de la refinería como de la planta extractora de aceite de orujo y la jabonería. El retente y químico en aquellas fechas fue el entrañable Lino Gracia Ávila.
Por esta fecha entra a trabajar en la empresa la familia Merino de Los Santos. Nos cuenta ahora Emilio Merino que él formó parte de la empresa – como aprendiz- muy pocos meses después de que se hicieran cargo de ella los nuevos socios que conformaban la Cooperativa luego convertida en NUSESA
“Mi padre entró también a trabajar y vivía allí en la misma fabrica con mi madre y alguno de mis hermanos; yo también llegué a vivir pero en el exterior; en una de las dos casas- ya arrumbadas- que están al otro lado de la carretera y que también pertenecían al Portazgo. En una de ellas nació mi hijo el mayor; en ellas también vivió mi maestro aceitero y un oficinista y, en la vivienda que está en la torreta que se ve desde la carretera – dentro del edificio central del Portazgo- vivía el gerente y Químico de la planta D .Lino”.
En la época de campaña – De Noviembre a Marzo- se llegaba al mayor número de empleados, unos quince, y el resto del año permanecían solo dos o tres junto con Merino.
“Yo siempre estuve trabajando en la empresa: primero como oficial de tercera ascendiendo a segunda y primera: luego pasé a Maestro y terminé mi vida laboral con el actual propietario D. Francisco Carrasco como encargado general”.
Tras toda una vida en el Portazgo, Merino se conocía bien los procesos.
“Yo llegué a controlar la acidez de los aceites en los distintos depósitos, el secado del orujo antes de unirle el disolvente y los movimientos de entrada de materia prima y salida de aceites y jabones; últimamente los orujos traían muy poca cantidad de aceite y mucha humedad debido a los modernos procesos de extracción en las almazaras pero hace no muchos años eso no era igual; yo me he llegado a encontrar hasta con un 16 por ciento de aceite en los orujos y muy poca humedad. Lo normal era entre un cinco y un diez por ciento”.
El orujo llegaba- en tiempos de la Cooperativa Ntra. Sra. de la Estrella - de los propios molinos de los socios y de otras almazaras de la comarca mientras que el aceite de orujo obtenido salía para refinerías más potentes que la que funcionaba en la fábrica del Portazgo de Los Santos.
LOS JABONES
La primera noticia de fabricación de jabones en el Portazgo la recogemos de un acta del Pleno del Ayuntamiento de 31 de agosto de 1920 antes de que “el niño millonario” lo comprase.
A petición de Mauricio Gordillo Romero ( 2 ), dueño de la fábrica de aceite “San Antonio”, sita en “El Portazgo”, el cual pretende instalar en ella la fabricación de jabones, y vista la legislación vigente, ACUERDAN por unanimidad autorizarle para que en la forma que solicita y expresa el plano que acompaña construya la pared adyacente al camino vecinal denominado “El Cañito”.

Firman el acta el Alcalde Narciso Rico Durán y los concejales Rafael Gordillo Castillo, Felipe Saavedra Pachón, Serapio Saavedra Lemos y Francisco Álvarez Panizo. Da fe el Secretario de la Corporación D. Juan Blanco Guisado.
Siete años después en 1.927 desde el Ayuntamiento se nos describe con cierto orgullo el movimiento industrial de Los Santos en el que se incluye la elaboración de aceite de orujo y jabones.
El 14 de octubre de 1927 los componentes del Pleno municipal del Ayuntamiento de Los Santos

“ACUERDAN por unanimidad aprobar la moción presentada al Gobierno de S.M. para que conceda a Los Santos el tratamiento de Ciudad y a su Ayuntamiento el de Excelencia. Entre las numerosas razones que se aducen, en su apartado 1º se dice:
“Además, en la actualidad, en el aspecto industrial, hay varias e importantes fábricas de aceite de oliva, de jabón, de aceite de orujo, de vinos, de aguardientes, licores, conservas vegetales, caramelos y dos electro-harineras-panificadoras”.

Firman el acta el Alcalde Juan Murillo Rico y los concejales Enrique Martínez Chalons, Ambrosio Martínez Martínez, Vidal Merino Monedero, José Moreno Carvajal, Ángel Durán Candalija, Narciso Rico Durán, Luis Montaño Rodríguez, Joaquín Obando Montero de Espinosa, Cristino Acedo Rejano, Fabián Zapata González, Alejandro Martínez Aliaga y Antonio Ortiz Gordillo. Da fe el Secretario D. Juan Blanco Guisado.
Por tanto deducimos que la primera jabonería artesanal data de 1.920 y que en 1.927 estaba en pleno apogeo.
Dicha jabonaría era muy primitiva y el jabón se hacia prácticamente de manera manual. Sobre unas bateas de madera, de aproximadamente treinta centímetros de profundidad, se vertía el jabón liquido – mezcla del agua, la sosa cáustica y el aceite de mala calidad o los sebos- cocido en una caldera. Antes se habían colocado unas cuerdas para que, al tirar de ellas, obtener bloques de jabón – sin solidificar totalmente- que luego era troquelado, cortado y envasado.

MAQUINARIA ITALIANA:
Se trataba de un jabón blanco o verde- este ultimo obtenido del aceite de orujo- de excelentes cualidades que se siguió produciendo en el Portazgo hasta la década de los setenta aunque la entrada de los nuevos gestores de la Cooperativa, con D. Joaquín Obando a la cabeza, propició un giro a la modernidad adquiriendo una maquina jabonera italiana que era el ultimo grito en su época- principios de los años sesenta del pasado siglo- y que costó mas de ocho millones de pesetas. Uno de los representantes con los que contaba NUSESA para vender jabón fue Ángel Montaño Camacho quien vendía a los comercios de Los Santos y alrededores.
“En aquel tiempo- cuenta Emilio Merino- el jabón se fabricaba durante todo el año y existía la figura del maestro jabonero quien elaboraba la mejor mezcla que se introducía en una gran caldera y de ahí el jabón ya elaborado pasaba por distintos segmentos de dicha maquina hasta que, al final, se envasaba y etiquetaba con sus nombres comerciales: La Estrella, La Hortensia… y la de aquellos distribuidores que nos compraban el jabón- Sevilla o Cáceres y Badajoz-. Era un jabón de excelente calidad: verde, blanco e incluso transparente”.
De la jabonaría del portazgo también salieron bolsas de escamas de jabón verde “La Estrella” que empezaron a surgir en el mercado para lavados a mano y a maquina antes que los detergentes industriales acabaran con el negocio del jabón
Y en este punto recuerda Merino la figura de Paco Álvarez hijo de uno de los socios de la empresa- de Almendralejo- quien tenia una gran pasión por la fabricación y venta del jabón de Los Santos.
“Llegamos a vender camiones enteros que se cargaban en el Portazgo y salían para distintos puntos del país: luego este muchacho, Paco, murió muy joven y ya las cosas no fueron igual”.
Es decir se dejó de promocionar y las ventas descendieron hasta el punto que los socios de la Cooperativa comenzaron ya a pensar en la venta de la costosa maquinaria.
“Nosotros, asegura Merino, fabricamos jabones en aquella moderna maquina jabonera hasta finales de los años 60 poco antes de que se decidiera vender toda la fabrica del Portazgo. Lo primero que se desmontó fue esa gran maquina adquirida por una empresa sevillana y yo mismo estuve en Sevilla tres meses montándola, hasta dejarla en funcionamiento ya que esa era una de las cláusulas de la venta”.
En el año 1.971 compra el portazgo su actual propietario, Francisco Carrasco quien conserva en su despacho el cuadrante de la fabricación del jabón que se obtenía de aquella maravillosa maquinaria. Francisco, que cuenta ya ochenta años, continúa hasta la fecha con la fabricación del aceite de orujo modernizando las instalaciones y adaptándose a los nuevos tiempos en un mercado muy complicado. Francisco Carrasco era uno de los tres socios de NUSESA que habían comprado las acciones al resto. Con él quedaban en la sociedad Ernesto Rey y Manuel Sánchez.
Pero el procedimiento para la obtención del aceite de Orujo de Oliva es similar a como se hacia hace sesenta años lo que ocurre es que las almazaras envían a las extractoras un orujo mezclado con el alpechín es decir con mucha humedad. Esa humedad hay que reducirla en un horno secador hasta que el orujo retenga solo la humedad necesaria. Entonces se inicia el proceso de extracción a base del potente disolvente Hexano que disuelve el aceite y, por destilación, se separan el disolvente y el aceite de Oliva de Orujo. Este aceite en la actualidad es enviado a las refinerías ya que la del portazgo está en desuso. Como materia de deshecho resulta el llamado “orujillo” que se utiliza como combustible- biomasa- para alimentar los hornos de la propia factoría o bien se vende al exterior para calefacciones. En el laboratorio del Portazgo se lleva a cabo en pequeña escala – y solo como referente estadístico- lo que industrialmente es el proceso. El aceite de Orujo de Oliva se almacena en la llamada “bodega”.

MAURICIO GORDILLO ROMERO ALCALDE EN LA “DICTABLANDA”:


La investigación sobre la fábrica del portazgo nos ha llevado a conocer detalles del pionero de dicha empresa, Mauricio Gordillo y sus hijos que fueron personajes muy conocidos en el pueblo. La sagacidad investigadora de Aniceto Samino y de otras fuentes consultadas nos permite abundar en la familia de “Don Cayetano” .
Al margen de su actividad empresarial aparece también su nombre el 2 de Enero de 1925 como uno de los 64 mayores contribuyentes con casa abierta de Los Santos de Maimona con derecho a elegir compromisarios para la elección a su vez de Senadores por la Provincia de Badajoz. Mas tarde el 27 de Febrero de 1930 Mauricio Gordillo Romero tomó posesión como Alcalde de Los Santos de Maimona tras la celebración de las elecciones en tiempos de la dictablanda del General Dámaso Berenguer . Unos meses después, el 1 de Mayo de 1.930 – y sin que se especifiquen los motivos- causa baja, junto con otros tres concejales más, según se desprende del acta de la reunión ordinaria de la Permanente Municipal:
“……quedan enterados de que por expresada superior autoridad -Gobernador Civil- se han aceptado las renuncias que D. Mauricio Gordillo Romero, D. Francisco Martínez Calvet, D. Catalino López García y D. Pedro Carrasco Reyes tenían formuladas de su respectivo cargo de concejal en este Ayuntamiento, en el cual se les considera cesados, causa por la cual no asiste ya a esta sesión D. Mauricio Gordillo Romero que, hasta el 19 del pasado abril, ha venido ejerciendo con un acierto insuperable y con una asistencia ciudadana poco común. Por tal motivo, ACUERDAN se hiciera constar en acta el sentimiento de la Corporación por verse privados de una Presidencia que era una absoluta y completa garantía para administradores y administrados, ya que encarnaba en una persona cuyas altas condiciones éticas y conocimientos jurídicos nadie podrá superar. (De esta última expresión parece deducirse que tendría el título de Licenciado en Derecho).

UN SACERDOTE JESUITA:

Mauricio Gordillo Romero – que aunque nació en Sevilla su ascendencia era puramente santeña- residía habitualmente en la capital andaluza , ejerciendo como prestigioso abogado y en donde su familia era propietaria de un hotel; está claro que vino a Los Santos a poner en explotación la almazara de aceites primero y la fabrica de jabones después. Era el padre de Cayetano, José Maria y Mauricio Gordillo Carrasco. Este ultimo, el más pequeño, sacerdote jesuita que llegó a ser – según me cuenta Fernando Acedo- representante de la Santa sede para la Iglesia Católica Oriental y en verano, por vacaciones, venia a Los Santos y celebraba la misa en la Iglesia por este rito comulgando bajo las dos especies, algo que llamaba mucho la atención. Murió unos 2 años antes de celebrarse el Concilio Vaticano II.

DON CAYETANO:

D. Cayetano Gordillo Carrasco, el mayor de los tres hermanos, nació el año 1889, era Licenciado en Ciencias Químicas y estaba casado con María Rico Durán, domiciliado en la Plaza de España nº 3. D. Cayetano ayudó a su padre en la fabricación de aceites y jabones en el Portazgo. Fue concejal de nombramiento gubernativo y tercer teniente de alcalde desde el 9 de mayo de 1930 hasta el 16 de abril de 1931, en que cesó con motivo de las elecciones municipales del 12 de abril de ese año. Ocupó el mismo cargo, también por nombramiento gubernativo, en representación del partido Republicano Radical, desde el 18 de octubre de 1934 hasta el 21 de febrero de 1936, fecha en que cesó por destitución gubernativa. Tras la ocupación de Los Santos por las tropas franquistas el 5 de agosto de 1936, fue nombrado miembro de la Comisión Gestora Municipal que las autoridades militares constituyeron para ejercer las funciones inherentes al Ayuntamiento, permaneciendo en su cargo de gestor hasta el 10 de agosto de 1940, cuando el Gobernador Civil resolvió renovar referida Gestora Municipal. Don Cayetano será siempre recordado en Los santos por su magnífica labor como fundador, director y profesor de la Academia de 2ª Enseñanza que dirigió en su casa de la Calle El Agua a partir de mediados de los años 40.

EN EL CALLEJERO:

José Mª Gordillo Carrasco había nacido en Sevilla el año 1900 – posteriormente vecino de Los Santos de Maimona, con domicilio en la Plaza de España nº 7- ingeniero industrial, casado con Concepción Cevallos Zúñiga y sin hijos.
Como dato curioso José Mª Gordillo Carrasco fue soldado requeté voluntario del Ejército franquista y Secretario de la Junta Carlista de Guerra. Falleció el 7 de noviembre de 1936 cuando conducía un carro de asalto en un combate en las inmediaciones del Manzanares, en el frente de Madrid. En la sesión de Pleno del 26 de noviembre de 1936, el Ayuntamiento de Los Santos de Maimona tomó por unanimidad, entre otros, el siguiente acuerdo: “Que para perpetuar su memoria, en lo sucesivo la calle Zafra sea denominada “Calle José María Gordillo”.