miércoles, 24 de octubre de 2012

Como ya sabemos recientemente se ha creado la Asociación HISÓRICO CULTURAL MAIMONA. este es su Blog: 
                               http://lossantosdemaimonaysuhistoria.blogspot.com.es/







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martes, 17 de julio de 2012

El día 17 de Junio, hoy hace un mes, se presentó públicamente en Los Santos de Maimona la A. HC. MAIMONA, al finalizar el acto el Cronista de la Villa y coautor de este Blog ofreció a los asistentes una charla sobre

LA HISTORIA DEL TEMPLETE Y LA CUSTODIA DELCORPUS, la reproducimos a continuación:


EL TEMPLETE Y LA CUSTODIA DEL CORPUS:

NUEVOS DESCUBRIMIENTOS.



Custodia y Templete tal como se expone en la Iglesia Parroquial de Ntra. Sra. De los Ángeles.

En alguna ocasión he publicado que a mi juicio y también al de mi querido y recordado D. Aniceto Samino, quién me precedió en el cargo de Cronista y que nunca agradeceremos bastante su esfuerzo y dedicación para sacar a la luz nuestra historia, los periodos de cierta prosperidad económica alcanzada por los Santos se corresponden en primer lugar con el del S. XVI tras el descubrimiento de América y la marcha de muchos, muchísimos santeños hacia aquellas nuevas tierras. Unas veces por motivos profesionales, como D. Álvaro Carvajal, otras por razones de evangelización, como Alonso de Zayas y por último, que también los hubo , con el ánimo de prosperar económica y socialmente fuera de su tierra natal como el Alférez Aguilar. Gran parte de ellos no olvidaron ni a su pueblo ni a sus familiares y vecinos como lo prueba el hecho del gran número de fundaciones y obras pías que aquellos indianos constituyeron en os Santos de Maimona. Los edificios que componen nuestro principal patrimonio arquitectónico justamente coinciden con aquel periodo: El Palacio de la Encomienda, que si bien no fue exclusivamente debido al Descubrimiento ,sí es verdad que el mismo fue un impulso necesario por la afluencia de los primeros capitales que generaron unos recursos hacia la Encomienda de la Orden de Santiago a través de los arrendamientos de sus propiedades inmobiliarias , la Iglesia Parroquial de Nª Srª de Los Ángeles y en tercer lugar el Hospital Iglesia y Precepetoría de la Purísima Concepción, posteriormente convertido en Convento con el mismo nombre y hoy fábrica de pan.

El segundo de ellos lo fijamos hacia la última mitad del siglo XVIII, tras el asentamiento definitivo de la dinastía Borbónica que introdujo nuevas ideas liberalizadoras ,nuevos sistemas contributivos que eliminaron en gran parte los privilegios de algunas clases o estamentos sociales con el nombramiento de eficaces ministros como por ejemplo el Marques de la Ensenada, cuyo Catastro fue un instrumento eficaz para conocer realmente la economía nacional, y todo ello provocó un auge en el comercio y en la incipiente industria. En los Santos, además coincidió con la proliferación de cultivos permanentes más rentables: la Vid y el Olivar, en detrimento de las tierras de pan llevar. Así mismo fue época de explosión demográfica, de acometimiento de obras públicas y dotaciones, como la pavimentación del Camino Real de Badajoz (actuales Carrera Grande y Chica), nuevo trazado del Camino Real a Mérida, arreglo de puentes, etc. Ese aumento de población supuso también la constante petición por parte de los vecinos de solares y terrenos para la edificación de viviendas que originaron el trazado nuevas calles (Llerena, actual Diego Hidalgo y las primeras casas de la calle de San Bartolomé). Esta prosperidad sin embargo fue empañada por algunos comentarios que los informantes recién creada Audiencia de Extremadura hicieron sobre nuestro antepasados tildándoles de brusco, huraños y soeces. Sin embargo también es verdad que muchos de los viajeros que por aquella época pasaron por los Santos mostraron una opinión muy favorable de la localidad y de sus vecinos. Al amparo de ese auge económico, también surgen los primeros intentos de conciliar las aspiraciones de trabajadores y patronos tal como lo prueba el Convenio Colectivo Sectorial del Campo de 1745.

Y el tercero, coincide con la instalación de la cementera Asland, el éxito en los mercados de nuestra UVA EVA BEBA y del aceite virgen obtenidos de los olivares santeños.

Pues bien, al amparo de esa cierta prosperidad del S. XVIII, es cuando un numeroso grupo de vecinos, con el apoyo en la sombra del cabildo municipal, y nombrando como representante al párroco de entonces, D. Diego Tinoco de Monroy, también conocido como Diego Venero y Tinoco, consideran conveniente que la procesión más importante y solemne de todas las que desfilaban por las calles de nuestro pueblo contara con elementos dignos y adecuados para que el Santísimo.

La procesión del Corpus tal y como la describen algunos testigos de la época, congregaba no solo a la totalidad de los cerca de 50 presbíteros que ejercían su sagrado ministerio en Los Santos encabezados por el Sr. cura Párroco, sino por los miembros del cabildo municipal, vestidos de gala, con su Pendón al frente portado por el Alférez Mayor y también , en lugar preferente, todas las cofradías y hermandades de Los Santos por orden de antigüedad circunstancia ésta que suscitó no pocos litigios entre ellas para obtener el reconocimiento de un lugar preferente. Hasta entonces El Santísimo era introducido en una vieja custodia del S. XVI donada por los Carvajales, pero al cabo de los años fue perdiendo su decoro hasta el punto de que en algunas ocasiones el párroco portaba el Copón con la Sagrada Forma. Esa carencia fue debida a las consecuencias nefastas que para nuestro pueblo tuvo la Guerra de Sucesión Española cuando el ejercito Portugués, aliado del Archiduque pretendiente, acampado en una finca próxima a lo que hoy es el Cuarto del Monte, en la vecina localidad de Fuente del Maestre, amenazó con arrasarlo si no le entregaban ingentes cantidades de oro, plata, paja y grano. La ausencia de guarnición en nuestro pueblo unida, como es lógico, a que la población mayoritariamente estaba compuesta por mujeres, personas mayores y niños, hubo de plegarse a las exigencias y se les entregó gran parte de lo exigido para eliminar el riesgo de saqueo .Las tropas leales a Felipe V, al mando de un natural de Los Santos de Maimona, D. Cristóbal Manuel de Villa y Montoya, Conde de Vía Manuel, estaban operando en Jerez de los Caballeros y no pudieron auxiliar ni a esta población ni a la vecina Zafra. Todo el conjunto artístico y religioso de cierto valor fue entregado a aquellas tropas insurgentes, por ello la carencia de unos objetos dignos para la festividad del Corpus. Dichos sucesos tuvieron lugar en 1711.

Pues bien, a tal fin, tanto el Sr. Cura como aquellos promotores de la adquisición, convinieron con un maestro platero cordobés, en cuya ciudad según las noticias que a aquellos les llegaron. Estaban los mejores orfebres y los más reconocidos comerciantes de plata. Uno de ellos. D. Manuel Vázquez de la Torre y Monte fue el elegido para la realización de unas andas y una custodia de plata de ley con las especificaciones y cláusulas contenidas en el contrato de ejecución de obras formalizándose el mismo ante el notario de aquella época, D. José Gómez Abril, el día 2 de Marzo de 1776, debiendo ser entregados ambos trabajos, por cuenta y riesgo de aquel maestro en esta localidad ,el día 4 de Junio de ese mismo año imaginando que próximas ya las festividades del Corpus Christi.

El contrato es a mi juicio un precioso y valioso documento no solo histórico sino de también de gran valor para los que nos dedicamos al derecho. por su claridad, aparente sencillez, disponibilidad y dotado de gran sentido práctico su carácter práctico pues pretende resolver, como tendremos oportunidad de comprobar mas tarde ,resolver muchas dudas e interpretaciones que se plantearon

BREVE DESCRIPCIÓN DEL CONTRATO Y DE SUS CLAUSULAS.-


Parte del documento por el que se encarga la realización de la Custodia y del templete.

Objeto del Contrato.-

El mismo tiene como fin el encargo de unas andas (templete) de plata de ley certificada, para evitar fraudes en la utilización de ese metal precioso, y una custodia también de plata sobredorada.

El templete y la Custodia pesarían al menos 1.000 onzas, más la madera y los hierros necesarios.

Las andas se realizarían según el dibujo que se le proporcionó al maestro y contendrían los siguientes elementos:

Una peana central dónde se apoyaría la custodia en forma de media naranja con figuras en relieve bordeándolas, cuatro brazos para portarla y de la base arrancarían CUATRO PIRÁMIDES SALOMÓNICAS que terminarían en cuatro arcos, cincelados en chinescos. Dos laminas gruesa (Hojas le llaman ellos) de plata por encima y debajo que le dieran consistencia y en la cúspide o crucero, una imagen, también de plata, de la FE portando en la mano derecha la HOSTIA Y UN CÁLIZ y en la izquierda una cruz.



La custodia será de plata sobredorada con destellos o rayos y con la figura de serafines. El dorado de las piezas no entraría en el trabajo a realizar porque imagino que los mismos lo realizarían vecinos de la localidad de Zafra, cuyo prestigio era ya muy extendido. En la fotografía se observa un boceto realizado por mi amigo Eduardo Sánchez García, según las especificaciones del documento.

PRECIO DE LOS TRABAJOS. Los contratantes fijan el precio de la onza a treinta reales de vellón. Como parte del precio y anticipo de los trabajos, el maestro recibió 21000 reales, dando eficaz carta de pago y satisfacción .El resto se haría efectivo una vez entregado el trabajo y siempre que lo fuera a plena satisfacción de quienes encargaron dichas obras.

FIANZA.- Para que el cumplimiento de las obligaciones del contrato suscrito fueran eficaces, se convino en que cada uno de los comparecientes garantizara el buen fin de las mismas con sus bienes presentes y futuros, pudiendo ejecutarse directamente contra los mismos en caso de que por cualquiera de las partes se incurriera en incumplimiento.

FUERO.- El Sr. Tinoco, imagino que perfectamente asesorado por el entonces Abogado de los Reales Consejos Sr. Mahugo y así mismo por el propio Notario, y el maestro convienen que en caso de contienda judicial fuera el Juzgado de Los Santos quién entendiera de las controversias, que entonces tenía plena jurisdicción en primera instancia, y se renunciaba expresamente por parte del maestro platero al suyo propio, ya fuera vigente o cualquiera que le favoreciera en ley posterior. (A mi querido amigo Aniceto y a un servidor siempre nos extraño que siendo un encargo de tanto valor y en el que estaban implicados casi la totalidad de los vecinos de Los Santos no apareciera en las actas municipales de aquellos años mención alguna a estos dos objetos sagrados siendo tan inmenso el capital invertido y la implicación del vecindario así como las estrechas relaciones de la Iglesia Parroquial co el cabildo municipal hasta el punto que dicha corporación nombraba un “MAYORDOMO” para cuidar de las necesidades materiales de aquella) .Sin embargo a la vista del tal documento imaginamos que si bien el Ayuntamiento estaba en la sombra no quiso protagonismo porque en aquella época uno de los alcaldes también tenía la vara de Juez y no quisieron arriesgarse a que en el caso del planteamiento de una reclamación judicial , pudiera oponérsele parcialidad. Nos aventuramos a calcular el costo de hoy que equivaldrían aproximadamente a UN MILLON DE EUROS, cifra verdaderamente importante).

SOMETIMIENTO ARBITRAL.- Otra curiosidad contenida en este magnífico contrato, es la de contar con TRES PERITOS ARTÍFICES para que comprueben si la obra realizada concuerda con el encargo, su material y hechuras. Ese sometimiento es importantísimo porque evita de cualquier modo los inconvenientes de un juicio o procedimiento judicial que en esa época como por desgracia también ahora se alargan hasta un pronunciamiento judicial firme. Eso es otra de las novedades que para el buen fin del contrato establecen entre sus cláusulas.

CLASULA PENAL. Las partes responden con todo sus bienes y derechos y en el caso de incumplimiento, el maestro platero, debe abonar no solo los veinte mil reales entregados como parte del precio sino además los daños, perjuicios, costas y gastos que se originen.

INTERVENCIÓN JUDICIAL.- En caso de reclamación, el Juez deberá inmediatamente proceder al embargo de todos los bienes,, es decir a su secuestro y ejecución , del deudor, como primera fase del juicio y además se establece, de común acuerdo , que no cabría apelación a Juez o Tribunal Superior conformándose las partes con lo dictado por el Juez santeño.

Después de formalizar el contrato, abonar la cantidad que como parte del precio, habían pactado, nuestros paisanos de aquélla época, se las prometían muy felices. Habían conseguido por fin unos instrumentos adecuados para que El Santísimo desfilara con toda brillantez. Los vecinos satisfechos, porque prácticamente todos participarán en el coste de aquellas dos obras encargadas. Así lo manifiestan en uno de los documentos encontrados en el Archivo Diocesano cuando, años después, el párroco eleva un memorial al Priorato de Santiago en Llerena comunicando que era toda una satisfacción que incluso algunos vecino de menor fortuna se hubieran de privado de algunas cosas con tal de participar en la adquisición de las andas y la custodia.

Pasan los días, y va aproximándose la fecha de entrega de las andas y la custodia. Sin embargo el Sr. Vázquez no da señales de vida. La zozobra, la angustia y el nerviosismo se apoderan de los promotores, del Sr. Cura y del pueblo en general. El día 4 de Junio de 1776 ni las andas ni la custodia están en nuestro pueblo y de nuevo tiene que procesionar el Santísimo con aquella pobreza de la que hemos hecho mención. Inmediatamente se procede a iniciar la reclamación por incumplimiento, nombrándose procurador mediante apoderamiento de la que ha acreditación documental en el protocolo del Notario antes citado y S. Sª, teniendo la reclamación ante sí y los documentos que lo acompañan dicta orden inmediata de embargo e incluso ordena la retención de todos los bienes del moroso, paralizando así la actividad de aquel platero y maestro rebelde.

Con esto ya dicho, pasamos a exponer la solución al grave conflicto planteado. Para ello, ante la intimación judicial, el Sr. Vázquez de la Torre, debe subrogar las obligaciones contenidas en ese contrato de fecha 2 de Marzo a otro maestro platero y orfebre también de muy acreditada fama, Fray José Espejo Delgado, quién con permiso expreso del cura párroco, procede a retomar el encargo mediante escritura de fecha 12 de Abril de 1777, ASUMIENDO TODAS LAS OBLIGACIONES. Gracias a aquella diligencia y al contrato tan buenamente firmado, pudo resolverse la controversia. El Sr. Espejo por otra escritura de fecha 9 de Septiembre de 1778, hace ante el mismo notario un comparecencia manifestando que ha entregado con esa fecha los dos trabajos encargados primeramente al maestro Platero Vázquez y manifiesta también que ha sido reintegrado por aquél de aquellos primeros 21000 reales de vellón, sino de la totalidad del coste que ascendió a la suma de CUARENTA Y SESI MIL REALES DE VELLON. Por que señores, el trabajo realizado sorprendió con un exceso de peso de 345 onzas, sobre la 1000 pactadas entre las andas y la custodia.,que dio lugar como es natural a la intervención de tres peritos, uno por cada parte y aún cuando también por cortesía se le dio notificación al primer encargado de realizar los trabajos que después resultó rebelde,,no nombró ninguno y los peritos por unanimidad consideraron que el peso era de 1345,5 onzas y por tanto el valor de aquellos 46.000 reales de Vellón que finalmente fue abonado, considerando nuestro buen sacerdote que la obra se ajustaba más o menos a lo pactado. Sin embargo lo anterior debemos decir a la vista del resultado final que si bien se parecía no se ajustaba al trabajo inicialmente acordado .Según el juicio critico de nuestra Catedrática, esas columnas salomónicas se convirtieron en unos soportes curvados más o menos artísticos, pero quizás le hayan restado realce a la obra realizada, sin perjuicio que es una aceptable obra de orfebrería. Ella, sigue manifestando nuestra experta, teniendo solo presente unas fotografías enviadas con urgencia. Que la precipitación en la culminación de las obras y la intimación para ello de nuestros vecinos, la desmerece un poco del estilo que hubiera debido tener que y parecerían añadidos, por lo que, y esto lo dice este cronista con las reservas propias de quien no es técnico ni estudioso en la materia, se convirtiera en lo que en aquella época se llamó el Barroco Estípite, variedad del estilo Churrigueresco muy extendido en la América Española de aquellos tiempos.

Por tanto quedando de acuerdo Fray José Espejo, y el suministrador de la plata, Leyva certificando a pureza de la misma y don Diego Tinoco, y los peritos Santa Cruz y Repiso, acuñan su sello en el Templete. Imaginamos que la diferencia en más del peso total de las andas se debe precisamente a que se cerró con una cúpula que en principio no estaba diseñada y se alargaron los brazos o columnas.

Por tanto relativamente contentos nuestros antepasados, Templete y Custodia, después de la oportuna y preceptiva bendición, recorrió las calle del pueblo en la Festividad del Corpus y su Octava en el año de 1779, con alegría y regocijo general de la población.

VICISITUDES POSTERIORES.-

Hemos silenciado intencionadamente la descripción actual de la custodia, que porta la Sagrada Forma, porque nuestros convecinos sufrieron de nuevo varios contratiempos que afectaron de una manera muy directa al templete y sobre todo a la Custodia. Justo un siglo después de que nos amenazaran los portugueses, otros extranjeros, esta vez franceses en 1811, nos volvieron a hacer la vida imposible. Y ya en retirada aquellas tropas, los Santos se vio de nuevo complicado en otro desastre de mayor intensidad que el ya referido. Los franceses saquean en aquel año todo lo que de valor se encuentra en nuestro pueblo, hasta el punto no solo de hacerse con el patrimonio artístico, sobre todo en otro y joyas, sino que talaron los olivares próximos a la población y las encinas de la finca comunal del Moral. Asaltaron el Convento de la Purísima Concepción y de la Iglesia se llevaron lo que más fácil les resultaba enajenar. Solo a la anticipación de unos buenos convecinos lograron distraer la atención de aquello militares desesperados y escondieron el templete fraccionándolo y desarmándola y escondiéndola seguidamente en la finca denominada la Negrona O cruz de Chispa, propiedad del citado Convento, hasta que el peligro desapreció y pudieron rescatarla. Según me cuenta unos de las personas más próxima a la Archicofradía resulta cierto que el Templete debió desarmarse con alguna premura porque hay indicios de roturas por partes que no debían estar separadas .En cuanto a la Custodio original, según lo manifestado por los sacerdotes en 1874, en la última visita de inspección de priorato, desapareció y hubo que reconstruir una nueva con otras dos y añadirle los serafines. Esa misma opinión es la que nos suministra la Catedrática ya citada, y tanto es así es que el pie de la custodia que hoy procesiona, no encaja con la peana del templete que la sustenta .Desconocemos de momento quién o en que talleres orfebres se reconstruyó.

No paran aquí los momentos difíciles para nuestro patrimonio sacramental .Finalizada la primera Guerra Carlistas, alguno de los militares de ese bando, imagino que proclives al pillaje se convirtieron en meros bandoleros rodeándose de numerosos adictos que pusieron en jaque a algunos pueblos de nuestra provincia con asaltos continuos. Los cabecillas más significados eran el Palillo y El Rondeño, quienes e 1837 y 38 incluso le hicieron frente a militares profesionales por ello el Gobernador de nuestra provincia ,para salvaguardad los tesoros artísticos, ordenó que todas aquellas piezas de valor se llevaran a la capital de la provincia con el fin de salvaguardarlas, Imagino que el Templete y la custodia también partieron .Se encuentra documentada la entrega de nuestros tesoreros, en los archivos municipales pero no la devolución .Sin embargo, consultado el Archivo Histórico Provincial ,en un acta el Ayuntamiento y el párroco firman la recepción de lo entregado, meses después sin reserva alguna. Por lo que hemos de concluir que se devolvió todo aquello que se había entregado.

Solo me queda agradecer, imagino que en nombre todos los Santeños que nuestro párroco actual, D. Pedro Mancha tomara la decisión desde que tomó posesión de su ministerio en Los Santos, tan beneficiosa, de exponer permanentemente en sitio visible y debidamente armados los tesoros que alberga nuestra Iglesia Parroquial, aunque esa decisión pueda tener algunos inconvenientes a la hora de procurar su protección.

Los Santos de Maimona a 17 de Junio de 2012.-

Juan Murillo Tovar. Cronista Oficial de la Villa.

viernes, 25 de mayo de 2012

HISTORIA DE LAS RELACIONES LABORALES.

LAS RELACIONES LABORALES EN

LOS SANTOS DE MAIMONA

1745

PRIMER CONVENIO COLECTIVO DEL CAMPO

Conjugar las legítimas aspiraciones de trabajadores y empresarios nunca ha sido fácil.

A lo largo de la historia se han venido estableciendo diversos mecanismos para procurar equilibrar unos y otros. Es verdad que históricamente el peso de los patronos parecía muy superior al de los asalariados, y más aún en el sector agrícola en el que la precariedad era la nota más distintiva. En estos tiempos en que las relaciones laborales están tan de actualidad, parece oportuno mirar hacia la historia, no la reciente, ni la del siglo pasado, ni siquiera la del XIX ,tan convulso, sino remontarnos a mediados del s. XVIII en el que también existieron conflictos y fueron solucionados transitoriamente con dosis de buena voluntad por ambas partes.

Antigua fotografía de la Plaza Chica de Los Santos de Maimona,
tradicional lugar de encuentro entre Labradores y Jornaleros.

Hay dos momentos históricos de cierto resplandor económico y social en nuestro pueblo::El siglo XVI y la segunda mitad del XVIII. En el citado del XVI la cierta prosperidad fue sin duda debida a la Conquista de América y a la emigración de muchos, muchísimos santeños que hicieron fortuna y no se olvidaron de su pueblo. La construcción de la Iglesia Parroquial, la del Palacio de la Encomienda e incluso el Hospital, hoy fábrica de pan ,son algunos ejemplos. En el s. XVIII ocurrió algo parecido. Si bien es verdad que las rentas con origen en la América Española se redujeron, algunas medidas de la Administración Central y las nuevas ideas liberalizadoras trajeron consigo también un despertar después de un siglo calamitoso como el XVII.

Generalmente, como está acreditado por medio de las actas municipales que se conservan en nuestro archivo, eran los ayuntamientos quienes fijaban los jornales, sobre todo en tiempos de recolección. Sin embargo el acatamiento de esos acuerdos no fue siempre pacífico. A mediados del s. XVIII, concretamente en 1745,a la hora de establecer la fijación de las cuantía que los segadores debían percibir, se encontró con la firme oposición de algunos de aquellos que no lo consideraban justa .Como ya se ha hecho mención, la proliferación de cultivos más rentables y el valor de los productos supuso cierto bienestar para los agricultores. La amenaza de los jornaleros en salir del pueblo para buscar faenas n otros colindantes o incluso fuera dela región suponía el peligro de que las cosecha no pudiera ser recogida. También es necesario comentar que los labradores o agricultores importantes solían fidelizar a sus cuadrillas de segadores, vendimiadores y otros jornaleros dedicados a la recolección de aceitunas anticipándoles algún metálico o especies (granos) durante el año a cuenta de los futuros jornales. Así mismo les procuraban algunas tierras para su cultivo (peujal)

Pero no todos los años eran propicios y en algunas ocasiones los representantes de los trabajadores, denominados manijeros, solían apalabrar con otros labradores forasteros la recolección. El peligro de que “los panes” se quedaran en el campo, obligó al Ayuntamiento prohibir que las cuadrillas salieran de pueblo, como así ocurrió en 1745.Los jornaleros, que ya habían contratado con estos forasteros, no se plegaron a dicha prohibición teniendo que intervenir el Intendente General dela Provincia (Gobernador Civil) a fin de tratar de solucionar el conflicto. A pesar de las multas en las que pudieran incurrir los trabajadores desobedientes, lo cierto es que éstos amenazaron con marcharse, y pagar la multa. Fue necesario una negociación ardua con los representantes más relevantes de los patronos para evitar perjuicios. Así unos y otros convinieron la forma de solucionarlos. Parte cumpliría sus compromisos y otros se quedarían realizando sus faenas en nuestro termino municipal. No solo consiguieron unos y otros sus objetivos, después de anunciar un paro laboral sino que vieron sustancialmente incrementados sus jornales..Se hace una relación pormenorizada de los jornales por siega ,a los mozos que anualmente servían en la misma casa ,también se incluyó una mejora, así como a los gañanes y mayorales. La cuantía de las labores en viñedos y olivos también tuvieron su reflejo en ese acuerdo o convenio que debió fructificar después del anunciado paro. Son curiosos los nombres de los representantes de los jornaleros, por ejemplo FRANCISCO SANTIAGO, que aparece como líder sindical, así como ANTONIO LUNA, su lugarteniente y entre los empresarios estaban ANTONIO DE CARVAJAL, CRISTOBAL DE MONTOYA Y LUIS GOLFÍN, que eran los negociadores por parte de los empresarios. Como puede observarse, las relaciones laborales y los conflictos colectivos no son inventos ni del s. XIX ni del XX.

Permítanme que desde aquí rinda homenaje a aquellos representantes sindicales y empresariales que lograron, no sin algunos conflictos, tras la transición democrática, conciliar las aspiraciones justas de unos y otros a través de los convenios colectivos del campo: DON JOSÉ SANTIAGO LAVADO, D. ANTONIO GORDILLO,,LOS HERMANOS D. ANTONIO Y D. JUAN ANTONIO SÁNCHEZ ORTEGA, D. ANTONIO ARROYO RODRÍGUEZ, D. JUAN MURILLO DE LA CALZADA y cómo no, desde el Ayuntamiento y la Cooperativa, los esfuerzos de D. ANTONIO AMADOR ORTIZ y de otros muchos que no perteneciendo genuinamente al sector agrario pero que por su formación y cierta experiencia se implicaron también en poner las bases de una concordia no ciertamente fácil.

Los Santos de Maimona Mayo de 2012.

EL LIBRO BECERRO



Todavía se conservan en nuestro pueblo algunas “JOYAS” históricas que nos ayudan a comprender y profundizar en la verdadera dimensión que Los Santos ha alcanzado a lo largo de su existencia.. En este pequeño artículo pretendo sacar a la luz pública, una de ellas :el denominado “ LIBRO BECERRO “ que se custodia en nuestra Iglesia Parroquial..

¿QUÉ ES EL LIBRO BECERRO?.

Generalmente suele conocerse como Libro Becerro a aquél dónde se anotaban los derechos, acciones y pertenencias de una determinada institución ,congregación o fundación. En éste de Los Santos además de ello se consignan una relación circunstanciada de todos los sufragios, perpetuas memorias ,capellanías y fundaciones pías que los fieles, normalmente como actos de última voluntad ,ofrecían por su alma y por la de sus seres queridos..La denominación de “BECERRO” se debe exclusivamente al material con el que están forrados, es decir con piel de ternera joven o recién nacida, e incluso en algunas ocasiones, con la de los abortos..

El de nuestro pueblo, perfectamente conservado por obra y gracia del mimo y cuidado de nuestros párrocos a lo largo de tantos siglos, ya está desprovisto de esa piel porque tan solo con una ligero examen apreciamos que la encuadernación actual del libro no es de más allá de finales del s. XIX, ya que comienza con la relación nominal por orden alfabético de todas aquellas personas que expresaron su voluntad de que sus almas fueran encaminadas a la salvación a través de los sufragios, misas y otros oficios litúrgicos. Efectivamente las pastas son de papel prensado (cartón) ,material propio del siglo XIX, aunque el papel y los pliegos que se iban uniendo son los originales. De grandísimas proporciones tal y como pude observarse en la fotografía, el manejo diario no era fácil pero si resultaba eficaz para el ingente número de anotaciones que se solían practicar.


ESTRUCTURA Y CONTENIDOS.-

Como hemos dicho anteriormente, el libro en su configuración actual comienza con la relación amplísima de todas aquellos fieles que a lo largo de TRESCIENTOS CUARENTA Y SIETE años quisieron dejar su impronta espiritual a base de misas y recuerdos litúrgicos. Son más de 600 nombres los que se anotan desde 1612 hasta 1957 en el que aparece la última inscripción.

A continuación se extiende, lo que debió ser la primera anotación, que se corresponde con la certificación expedida por el Prior de la Orden de Santiago (Obispo) con competencia en estos territorios ,acreditativa de la obligación de la Iglesia Parroquial de Los Santos de disponer de un Libro Becerro. Posteriormente se va haciendo la enumeración de todos aquellos sufragios ,misas, censos etc que pertenecían a la Iglesia, así como las capellanías, Obras Pías, Fundaciones y Perpetuas Memorias de sus fieles.

La brevedad de este artículo me exige que solo pueda referirme a lo más curioso, relevante o insólito de las anotaciones. En ellas están consignadas todas las familias genuinas de nuestro pueblo y todos tenemos algún antepasado que quiso perpetuar su memoria o procurar su salvación a través de sufragios y otras ofrendas que algunas, no todas, eran indefinidas y muchas de carácter temporal. La decisión de los que presentían pronto su final y ayudar a que sus almas encontraran lo más rápidamente posible en encuentro definitivo en la Gloria no la fiaban (como ocurre actualmente) a la generosidad o piedad de sus herederos sino que imponían sobre los rendimientos de sus propios bienes la obligación futura de abonar los estipendios exigidos por la Iglesia. Así, desde los menos pudientes a los que disfrutaban de numerosa fortuna ,un conglomerado de censos sobre tierras de labor , viñas, olivo, huertas e incluso casas, servían para dar cumplimento espiritual a los deseos de salvación. Solo en nuestro termino municipal, más de 1800 fanegas de tierra estaban afectadas al cumplimiento de misas, tanto rezada como cantadas que eran oficiadas por una multitud de presbíteros y capellanes que durante los siglos XVII y XVIII alcanzaban la cifra de 32 a 40.Ese número tan elevado de sacerdotes nos da una idea de la importancia que tuvo en Los Santos la clase presbiterial. Tanto es así que incluso algunas Fundaciones y Capellanías ate el riesgo de que los sacerdotes consagrados no pudieran hacerse cargo de la totalidad de los oficios litúrgicos, propiciaron financiar el coste de los estudios sacerdotales en los Seminarios e incluso Universidades para los naturales de este pueblo La del Alférez Aguilar, la de su hermana María Gordillo, la del Conde de Vía Manuel y modernamente, a principios del s. XX , la de .Juan Durán Lemus ponían a disposición de las familias menos favorecidas por la fortuna el importe de los estudios sacerdotales..

No era pues extraño que la Iglesia Parroquial, sobre todo en los siglos XVII ,XVIII y principios del XIX, el horario de misas fuera prácticamente el de las 24 horas. Algunas de estas Obras Pías y Capellanías disfrutaban de su propio altar. Así el de las Änimas, que aún se conserva, en la Capilla de los Pachones (Sagrario) , en la de Fátima , en el Baptisterio ,San Francisco de Paula, en el antiguo de la Sangre y en otros que ya han desaparecido, se realizaban sus propios oficios con capellanes servideros excllusivos de ellas. No solo dichas ofrendas perpetuas servían para el mantenimiento de un clero tan amplio sino además era una fuente principal de ingresos para la Parroquia y sus necesidades. La forma de financiar las obras de fábrica de nuestros Templos Parroquiales, no solo la constituían las limosnas directas de los fieles sino que junta a los estipendios y arrendamientos de los lugares de culto así como los enterramientos fueron decisivos para la edificación de estas joyas arquitectónicas como nuestra Parroquia de Nuestra Señora de los Ängeles..

Los deseos de salvación de nuestros antepasados y de sus descendientes llegaron al extremo de cargar con tantas obligaciones algunas de las propiedades inmobiliarias, que los sucesores en algunas ocasiones hubieron de abandonar el cultivo de las mismas porque la rentabilidad era prácticamente nula después de abonar las cargas impuestas. Por ello a finales del s.XIX, y previamente con la desamortizaciones habidas en dicho siglo, se permitió la redención de aquellas cargas perpetuas por cierta cantidad en metálico a fin de que no afixiar la economía rural. Aún he comprobado en algunas escrituras las menciones antiguas de esos gravámenes que se vienen arrastrando solo de manera formal, y D Pedro, nuestro Parroco, me informa de que todavía recibe algunas cantidades derivadas de aquellos censos tan antiguos.

La estructura económica de la sociedad santeña de aquellos siglos no puede explicarse sin tener como apoyo este Libro que en tan buen estado se conserva y que sin duda es una fuente importantísima de variados aspectos como el jurídico , urbanístico, así como en el de la natalidad ,esperanza de vida, y cómo no, el espiritual. A pesar de lo que ha significado para nuestro pueblo, no he encontrado publicación que haga referencia al Libro Becerro. En otras artículos proseguiremos con la profundización de su estudio, ,que como dije al principio es una verdadera JOYA para entender y comprender la historia del pueblo de Los Santos.

Para culminar solo hacer mención a que en nuestro Libro también se anotaron las visitas que los rectores de la Orden de Santiago realizaban periódicamente a nuestro pueblo. En dichas visitas, más que nada inspecciones se hacen relación muy detallada de todos los aspectos litúrgicos y sociales de importancia. Es por tanto otra fuente inagotable de noticias. La primera, que se enumera, es la acaecida en 1791.En ella se hace una referencia muy concreta a la incipiente mejora de las condiciones de vida de los santeños, quizás propiciada por la proliferación de cultivos más rentables .La vid y el olivo, así como el regadío de las huertas suponían un cierto respiro a las deplorables condiciones que anteriormente sufría Los Santos. Ya se vislumbraba el aumento poblacional y cómo no, también la expansión del casco urbano por los cuatro costados y la superación de la barrera que suponía la carrera Real de Badajoz (hoy Carrera Grande y Chica).

La de 1852,es un poco más pesimista puesto que los efectos de la Guerra de la Independencia todavía eran patentes y la economía general no había superado aquél desastre. En todo caso ya hay una apertura en la conciencia social sobre todo debido a las normas constitucionales que iban adecuándose a la modernidad. La última reflejada es la que corresponde a 1878 ,que ya como despedida del influyente efecto de las Ordenes Militares, dejaban en manos del Obispado de Badajoz la competencia espiritual de nuestro pueblo..

Los Santos de Maimona Mayo de 2012..-

Fdo. Juan Murillo Tovar.

Fotos y composición: Eduardo Sánchez G.

miércoles, 8 de junio de 2011

EL CASTILLO DE LOS SANTOS DE MAIMONA.

Vista de Los Santos desde uno de los muros del Castillo.

LA DESTRUCCIÓN DEL CASTILLO FORTALEZA DE LOS SANTOS.

Los restos de la fortaleza que aún hoy podemos contemplar en lo alto de la Sierra de los Ángeles, se corresponden con la construcción de nueva planta que tuvo lugar durante los años de control de la zona por el maestre de la Orden de Santiago Juan Pacheco, primer marqués de Villena, entre los años 1467 y 1474. Será este el castillo que finalmente sea derribado de forma total y concienzuda hasta llegar al aspecto que ofrece hoy en día.

El nuevo castillo nació en una época problemática, en un momento de grave crisis en el reino de castilla y en un lugar, que de hecho lo convertía en fortaleza de frontera, límite entre dos realidades tan diferentes como eran la Orden de Santiago y el Condado de Feria.

La región donde se asienta el castillo de Los Santos de Maimona pertenecía al antiguo territorio del reino de León, integrado entonces en el reino unificado de Castilla y León. Este llevado años de revueltas entre la monarquía y los nobles, ya heredadas del reinado de Juan II y ahora continuadas con el de su hijo Enrique IV. Este intentó apaciguar el reino perdonado a nobles, pidiendo su regreso, entregando tierras y bienes confiscados etc; pero a pesar de todo, los levantamientos fueron constantes, y continuarían incluso tras la muerte de este en 1474, al tener lugar una guerra civil originada por el problema sucesorio de la corona, entre los partidarios de su hija Juana y de su hermana Isabel que sería a la postre la vencedora.

En este contexto de revueltas habría que incluir las que dieron lugar al derribo del castillo que nos ocupa. Al morir el gran maestre Juan Pacheco en 1474 (el mismo año que el rey Enrique IV), quedó vacante el cargo en la Orden de Santiago, siendo varios los interesados en acceder a ella. Uno de ellos, y quizás el que más posibilidades contaba, fue Don Alonso de Cárdenas que hubo de enfrentarse a varios contrincantes, llegando con uno de ellos, que es el que nos interesa, a la guerra abierta. Se trataba del II conde de Feria Gómez Suárez de Figueroa, que además reclamaba la villa de Los Santos de Maimona para la ciudad de Badajoz. Este conde según las crónicas, intransigente y duro, hizo uso sin moderación de su poder y despotismo provocando muchas alteraciones en los pueblos de la comarca, enfrentándose a lo largo de 1475 varias veces a Alonso de Cárdenas, siendo derrotado contundentemente en Jerez de los Caballeros y Guadalcanal (El propio Conde o sus aliados por el Maestre).

Ya fuese por el cansancio de la guerra o por las concesiones hechas entre ambos, al final llegan a un acuerdo que será firmado el 18 de septiembre de ese año de 1475, por el cual el castillo de la villa de Los Santos de Maimona debía ser derribado a cambio del reconocimiento por parte del Conde del maestrazgo sobre la Orden de Santiago de Alonso de Cárdenas, maestrazgo al que Gome Suárez de Figueroa renunciaba totalmente.

No deja de resultar un poco contradictorio que se procediera al derribo de un edificio recién terminado, con el coste económico que debió suponer, y además siendo como era un punto de defensa del territorio santiaguista frente al Conde, una especie de cuña sobre el territorio de Feria, lo que no agradaría para nada al combatiente Góme S. de Figueroa que también hizo derribar el castillo de Salvatierra por razones políticas, aunque este fue reconstruido poco después, cosa que no sucedió con el de Los Santos como podemos observar hoy en día.

Podemos afirmar resumiendo que de esta manera el Maestre Cárdenas recibía por la pérdida de la fortaleza, la promesa del señor de Feria de no intrigar más para la obtención del maestrazgo de Santiago. En el juego de poderes entre los dos dignatarios, Cárdenas permitió la pérdida del castillo de Los Santos de Maimona a cambio de su tranquilidad personal, que duraría hasta su muerte, acaecida en 1493, en que el maestrazgo de todas las ordenes del Reino pararon a manos de la corona de los Reyes Católicos.

Restos de uno de los torreones del Castillo fortaleza.

He aquí una transcripción literal del acta en la que se acuerda el derribo del mismo :

CONFEDERACIÓN ENTRE EL MAESTRE DE SANTIAGO DON ALONSO DE CARDENAS Y EL CONDE DE FERIA,

"Es concordado y asentado entre los Magníficos señores D. Alfonso de Cárdenas, maestre de Santiago e Don Gome Suarez de Figueroa, conde de Feria, que además y allende las cosas entre ellos capituladas y asentadas por otras escrituras de amistad y capitulización que están firmadas de sus nombres y selladas con sus sellos, los dichos señores hayan de “facer” cumplir cada uno de ellos al otro lo que está en ésta escritura":

Primeramente que desde hoy, día la de la fecha de esta escritura, hasta 30 días primeros siguientes el dicho señor Maestre"haya de facer e faga" que la fortaleza de Los Santos realmente sea puesta y entregada en poder de Pedro Zapata, Comendador de Medina de las Torres el cual aya de hacer y haga juramento y pleito de homenaje y seguri­dad a dicho señor Conde que luego quedicho se­ñor Conde hiciera dar la obediencia de los Comenda­dores e caballeros y personas y pueblos de la Orden de Santiago que están en su partido al dicho señor Maestre según adelante será contenido en ésta escritura que el dicho “Pedro Zapata comenzaré a derribar la dicha fortaleza de Los Santos y lo comu­nicará y non alzará mano del dicho derrivamiento fasta la allanar, e poner toda por el suelo en manera que en ella non quede fuerza ni edificio alguno le­vantado por tal vía que dicho señor Conde sea contento, dando el dicho señor Conde consentimiento para lo que se habla en este caso con Joan Zapata, e con el dicho señor Pedro Zapata, y con Alfonso de Badájoz, con el bachiller Pedro de Rivera. E si caso fuere que la dicha fortaleza de los Santos el dicho Maestre no la pudiera aber por algund buen medio para la entregar aI dicho Pedro Zapata como dicho es, e sea necesario haberse de tomar por fuerza y rigor que en tal caso el dicho Maestre y el dicho Señor Conde se ayan de juntar e junten e ambos a dos. ”

Manuel Molina Lavado. (Historiador y Arqueólogo.)

viernes, 20 de mayo de 2011



COFRADIA DE SAN ISIDRO LABRADOR.

FUNDACIÓN, REFUNDACIÓN E HISTORIA DE LA MISMA

SAN ISIDRO PUDO CON SANTIAGO DEL MORAL

No se trata de narrar una disputa en la devoción de estos dos Santos. Lo que se pretende con este trabajo es dar a conocer algunos aspectos de la veneración que ambos tenían en nuestro pueblo. Desde hace tiempo se sospechaba que ambas devociones habían coincidido en el tiempo. Recordábamos haber leído algo sobre ese tema en las actas municipales del S. XVIII, pero hasta ahora carecíamos de la prueba definitiva.

La dirigida al Apóstol Santiago es muy antigua, casi desde la Reconquista, como es lógico deducir por la pertenencia de nuestro pueblo al territorio gobernado por esa Orden Militar. Efectivamente, entre los acuerdos adoptados por el Concejo en el citado S. XVIII, destaca en lo que se refiere a los aspectos religiosos, la continuación del Voto solemne del municipio al citado Apóstol y los triduos, vísperas y otros cultos en su honor que por razones desconocidas se habían interrumpido por más de 20 años. Dichas festividades se complementaban con otras de naturaleza más festiva como era la romería y almuerzo general de los vecinos devotos que se celebraba en su ermita situada en la finca del Moral, en aquellos tiempos de propiedad comunal. La edificación se componía de dos naves y adosadas a ellas, un comedor amplio dotado de cocina, horno de pan y otras habitaciones pequeñas para los cuidadores. Como era natural en Los Santos prácticamente todos las ermitas existentes estaban bajo el patronazgo del municipio y por tanto era el Cabildo Municipal (Ayuntamiento) quien nombraba anual o bianualmente al mayordomo que se encargara de su conservación, administración y cuidado. A lo largo de actas se hace referencia una y otra vez a los nombramientos de aquellos. Sin embargo la particularidad de ésta devoción es precisamente que eran los agricultores los encargados de velar por ella y ciertamente quienes organizaban los festejos en honor al Santo, al decir textualmente en una de las actas “que eran los agricultores los que mantenían y cuidaban de ella” (a pesar de las múltiples averiguaciones para localizar el lugar exacto de la ermita dentro de la finca, a la fecha de hoy lo ignoramos. Pero todas los indicios llevan a considerar como más probable la parte de la finca que fue propiedad de D. Mateo Suárez, actualmente parcelada entre varios agricultores de Ribera del Fresno, o en el Hornillo, de ahí el nombre, que también formó parte de dicha dehesa, linderas todas ellas con la Cañada Real.). En la iglesia existió tradicionalmente un altar en honor al Apóstol Santiago y actualmente en el Santuario de la Virgen también se encuentran restos de otro que bien pudieran ser del que estaba en su ermita. En honor a esa antigua devoción, los rectores municipales de los años cuarenta del siglo pasado, pusieron el nombre de Santiago del Moral a la calle que se encuentra detrás del Parque Municipal.

La lejanía del pueblo y sobre todo la conducta imperdonable de los franceses que ordenaron la tala completa del encinado de la finca y seguramente la destrucción de la ermita, y posteriormente la parcelación y venta de la misma entre los agricultores, terminaron por arruinar el culto a Santiago del Moral.

PRIMERA FUNDACIÓN DE LA COFRADÍA DE SAN ISIDRO LABRADOR

Teníamos la convicción de que la Hermandad de San Isidro se remontaba al último tercio del S. XVIII, ya que tal y como se manifiesta en el libro más antiguo que conserva la Hermandad, la misma fue una refundación de otra ya existente. Efectivamente, de los documentos consultados del Archivo Diocesano de Badajoz se desprende sin género de dudas la existencia de la misma setenta años antes.

Documentos consultados:

Cofradías y Hermandades de Los Santos de Maimona. Litigio entre Pedro Hernández Tolesano y la Hermandad de San Isidro a fin de que este sea admitido como hermano de dicha cofradía.

Demanda con fecha de abril de 1763, en donde el referido Pedro manifiesta que sus padres y abuelos eran ya devotos de la imagen antes de erigirse como hermandad. Según se dice en dicho escrito, su padre había muerto ese mismo año, componiéndose la Hermandad de 40 hermanos que sufragaban todos los gastos.

En esa petición se solicitan el libro y archivos de la Hermandad para acreditar que su padre fue fundador, siendo el texto de la demanda redactado por el abogado de los reales consejos D. Juan Fernández Mahugo, pidiéndose en ella el derecho a ser registrado como miembro pleno de la hermandad.

Testimonio de requerimiento al licenciado Juan Navarro Rejón, juez encargado para la citada diligencia.

Providencia de Diego Felipe de Soto presbítero, de fecha 2 abril de 1763, para que se le notifique al mayordomo la exhibición de dichos libros y archivos bajo pena si no lo hace, de multa de 40 ducados de vellón y de excomunión mayor.

Ejecución de requerimiento que se realiza a Juan Gordillo Lavado mayordomo en esa fecha de la cofradía del Santo.

Se exhibe el libro y las constituciones en el que se acredita sin género de dudas que Domingo Hernández Tolesano padre del citado Pedro fue el primero de los hermanos fundadores y que alcanzó su primera mayordomía. Dichas constituciones fueron aprobadas por los hermanos y definitivamente ratificadas por don Fernando

Quintano de Silva y Bernardo Ruiz de Gijón, actuando este como notario mayor del priorato. La aprobación inicial de los hermanos tiene como fecha el 24 de septiembre de 1745 y la definitiva autorización por las autoridades eclesiásticas el día 10 de octubre del citado año.

Contestación a la demanda que realiza el mayordomo en nombre de la cofradía de San Isidro oponiéndose al petimento de Pedro Fernández Tolesano al considerar que ya estaban los 40 hermanos y por tanto no podía cederse a su solicitud.

Los miembros de la Junta a 8 de mayo de 1763 son los siguientes: Juan Lavado como Mayordomo. Juan Gordillo Lavado, Francisco Mateos Pulido, Juan Solís Barrante, Andrés Rodríguez Hurtado, Agustín Romero y Bartolomé de la Fuente, estos dos últimos como alcaldes.

Con todo esto, lo que queda claro es que la Cofradía-Hermandad de San Isidro fue fundada el 24 de septiembre de 1745, con lo cual la convierte en una de las más antiguas de toda Extremadura.

REFUNDACIÓN DE LA HERMANDAD

Varias son las circunstancias que singularizan a esta Hermandad respecto de otras estudiadas. En primer lugar la Cofradía actual es una refundación de otra existente y que fue disuelta, como otras muchas acciones censurables, por los franceses en 1811 con motivo de la nueva invasión del pueblo. En segundo lugar, todos los hermanos debían ser necesariamente labradores. En tercero las mujeres de los hermanos eran consideradas pertenecientes a la hermandad con un papel preponderante hasta el punto que las viudas tenían la condición de Hermanas de pleno derecho pudiendo trasmitir esa condición a su hijos y descendientes sin necesidad de que éstos, al ingresar en la misma, tuvieran que hacer aportaciones nuevas, salvo la cuota anual, llamada PERCHA que pagaban todos. En cuarto lugar, muchos de los miembros actuales son descendientes directos de los primitivos fundadores. En quinto lugar, que a pesar de los casi 228 años de existencia, si contamos la primeramente fundada, y de los vaivenes sufridos, no solo se ha mantenido sino que se ha visto fortalecida. Sin duda todo un éxito. En sexto y último que a diferencia de otras existentes en Los Santos, no estaba bajo patronazgo municipal.

En el primer libro, muy bien conservado por cierto y eso a pesar que hasta hace pocos años iba pasando a manos de los distintos mayordomos con el peligro cierto de su deterioro pero que en la actualidad con buen criterio y mejor acierto, es custodiado con gran mimo por el tesorero cuyo mandato se alarga bastante más en el tiempo e impide una excesiva manipulación, forrado con piel de becerro está fechado en 1815,aunque en el último tercio del s. XIX se le añadieron burdamente algunas hojas de papel cuadriculado que desdice del resto En él se expresa claramente QUE ES UNA REFUNDACION POR HABERSE SUSPENDIDO LA ANTERIOR POR LA REHINVASION DE LOS INSURGENTES”(Franceses) y es por ello que el grupo de devotos que había sobrevivido a la Guerra de la Independencia, nada más terminar ésta, la constituyen de nuevo y aprueban las reglas que son confirmadas por la Autoridad Eclesiástica.

En dichas Reglas se hace una profunda manifestación de Fe y Devoción al Santo, se determina que los cofrades deben ser necesariamente labradores, además de la obligación de asistir a los entierros de los hermanos difuntos, se fija la aportación anual de los miembros para el sostenimiento de la Hermandad, que como ya he citado se denominaba PERCHA, así como una cuota de entrada para los nuevos cofrades y la forma de elección anual de los cargos directivos que deberá coincidir siempre con la festividad del Santo Patrón y que se concretan en los siguientes: MAYORDOMO, DOS ALCALDES, REGIDORES, CAPELLAN Y NOTARIO (secretario). Los regidores después pasarán a denominarse VOCALES. La rendición de cuentas debe realizarla el Mayordomo al finalizar su mandato y es obligatoria la asistencia a todos los actos y cultos que se programen, con la imposición de multas a los que injustificadamente falten. Así mismo, se fija como obligatoria la aceptación del cargo de Mayordomo bajo pena de otra multa. El número de hermanos en principio se fijó en 29.

No sabemos quién o quienes redactaron las normas de la Hermandad pero en la primera página aparecen dos nombres: D. Manuel Ortega Toledo y su mujer Dª Ignacia Carvajal, que si no fueron ellos, desde luego mantuvieron alguna relación muy estrecha con la Cofradía. D. Manuel Toledo, era creemos, Corregidor y Dª Ignacia, su mujer, hermana de D. José Carvajal de los Ríos, alcalde ordinario del Concejo en aquellos años.

En la primera lista de hermanos se encuentran representadas las familias genuinas de Los Santos, es decir Los Pachones, Gordillos, Lavados, Saavedras, Montaños, Hernández, Becerras, Rejanos, Amadores y sus mujeres, que como ya hemos comentado tenían un papel muy significativo, siendo todos ellos LABRADORES por sí, ya como propietarios o como arrendatarios. También se relacionan otras familias que no siendo oriundas de Los Santos, habían llegado a nuestro pueblo a mediados del s. XVII procedentes de Portugal, como por ejemplo LOS BARRANTES, hoy extinguidos en Los Santos pero con ramificaciones en Argentina, que aún mantienen viva la memoria del pueblo de sus antepasados como hemos podido comprobar recientemente a través de las cartas enviadas por ellos a la Fundación Maimona.

IMAGEN, ORGANIZACIÓN Y CULTOS

En ninguno de los dos libros de cuentas aparece mención expresa a la primitiva imagen titular de la Hermandad. Hasta ahora nada sabemos de su tamaño, material empleado ni de su autor. Sólo por referencias indirectas que nos proporciona el primer libro podemos asegurar la existencia de una imagen anterior a la actual. En él se detallan año tras año los ingresos y gastos de la Hermandad y entre éstos últimos se enumeran los relativos a la MISA, PROCESION Y SERMÓN. Más explícita resultan las anotaciones del año de 1824 y 1825 cuando señalan como gastos los producidos por LOS JORNALES, MATERIALES Y MANO DE OBRA empleados en la construcción de un altar para el Santo Patrón en la Iglesia Parroquial, ignorando de momento el lugar de su ubicación dentro del templo puesto que a lo largo del último siglo y medio han sido varias las reformas sufridas, la última a instancia de D. Antonio Manzano en los años 40 del pasado siglo en los que fueron sustituidos algunos altares, otros cambiados de lugar y dos se hicieron nuevos.(Santísimo Cristo de las Misericordias y Sagrado Corazón de Jesús).

Otro dato interesante nos la proporcionan los inventarios realizados en 1885 y 1886 cuando relacionan entre las pertenencias de la Hermandad “DOS VESTIDOS VIEJOS CUANDO SE VESTÍA EL SANTO”. Tenemos entendido que la imagen actual que se venera es de finales del S. XIX y fue donada por una familia devota, de escayola policromada y que no necesita vestirse, por tanto estamos convencido que dichos trajes debían corresponder a la anterior. También nos ha llamado la atención que se incluyeran en el referido inventario al ANGEL, EL ARADO Y LOS BUEYES que permanecen aun junto a la Imagen. Pero nada dicen de la escultura del Santo (esperamos que en breves fechas podamos dar respuesta a estos interrogantes, una vez recibamos la información que hemos solicitado al Archivo Diocesano de Badajoz).

Como hemos dicho a lo largo de esta narración, la actual hermandad es fruto de la refundación de otra preexistente que fue disuelta por los Franceses en 1811 quienes además de la sustracción de cuanto oro, joyas, dinero pudieron encontrar, cometieron múltiples actos sacrílegos entre los que destaca el asalto al Convento de Monjas de la Concepción (Fábrica del Pan) y arrasaron la totalidad de las cosechas, mataron el ganado de labor y de abasto y talaron todo el encinado del Moral y los olivares próximos al pueblo. Por lo que no es de extrañar que los pequeños agricultores fueran los más perjudicados con tanta barbarie y se aferraran con infinita Fe de nuevo al Santo que tenían como Patrón, en la confianza que les ayudaría a sobreponerse. Por ello, nada más terminar la Guerra, seguramente los antiguos hermanos sobrevivientes y los hijos de los que habían fallecido, se congregaran para revitalizar la Hermandad y aprobar nuevas reglas.

Ya hemos comentado antes las obligaciones de los Hermanos y los cargos directivos de la Hermandad: Mayordomos, Alcaldes, Notario y Regidores. En principio los cargos eran electivos pero a partir de 1817 el Mayordomo era nombrado por riguroso orden de antigüedad como lo viene siendo hasta ahora, quién se rodeaba de personas de su confianza para el resto de cargos.

Entre sus cometidos estaban el representar a la Hermandad en todos los actos litúrgicos, recibir los fondos, ordenar los pagos y rendir cuentas anuales a la finalización de su mandato tanto al resto de los hermanos como a la autoridad eclesiástica representada bien por el Párroco o por el coadjutor. Normalmente dichas cuentas eran practicadas por estos últimos como personas con cierta instrucción previa la presentación de los recibos pagados y del conjunto de cuotas ordinarias y extraordinarias recaudadas. Por dicha actividad, la Hermandad le asignaba una gratificación como puede comprobarse de los referidos libros de cuentas.

Los hermanos fundadores y sus descendientes no tenían más obligación que abonar la cuota anual fijada, denominada por ellos “PERCHAS” (a nuestro juicio dicho vocablo es origen de una degeneración de PECHOS, que históricamente significaba contribución o tributo anual). Sin embargo los nuevos hermanos que no tenían esa condición debían pagar además de la cuota anual, una de ingreso.

Anualmente se confeccionaba una lista de hermanos, respetándose escrupulosamente el orden de antigüedad. Pero a partir de 1830, su número fue incrementándose hasta superar en mucho aquellos 29 primitivos miembros y en alguna medida relajándose la exigencia de tener la condición de labrador por sí y ampliándose a otros agricultores y grandes propietarios como también a comerciantes y profesionales.

El Mayordomo respondía personalmente de los quebrantos patrimoniales sufridos por la Hermandad.

Los ingresos solían ser fijos. A saber:

-Cuota de los Hermanos.

-Cuotas de ingresos de los nuevos miembros

-Donaciones de los devotos.

-Donativos por la presencia del Estandarte en los entierros tanto de los hermanos como de los extraños. Dicha costumbre fue muy arraigada y perduró hasta bien entrado el siglo XX como seguramente recordarán los hermanos más antiguos. Como curiosidad diremos que tanto en el entierro del tatarabuelo del actual cronista oficial de la villa Juan Murillo, llamado también Juan Murillo, fallecido en 1852, como en el de su hijo Francisco, en 1913 hay constancia documental de la presencia del estandarte de San Isidro a lo largo del recorrido fúnebre, es decir desde sus casas hasta el cementerio, pasando por la Iglesia, aunque estos dos no fueran hermanos.

Los gastos se concretaban en:

-Misas, Procesión y Sermón.

-Fuegos artificiales.

-Aceite para Lámparas.

-Hachones y cera.

-Ramos.

-Arreglo del altar, andas, etc.

-Gratificación al Sacerdote por hacer las cuentas.

-Posteriormente al mayordomo se le ayudaba con cierta cantidad para el refresco tradicional.

Desconocemos a ciencia cierta si San Isidro, antes de 1815, contaba con ermita propia. Por el momento, documentalmente no está acreditado. Nada dicen de ello los libros de la Hermandad ni los archivos municipales o parroquiales consultados. Puede que de la información solicitada al Archivo Diocesano obtengamos alguna respuesta. Con todas la reservas y a la espera de que finalmente se confirme, intuimos podría haber recibido culto si no en una ermita propia, al menos en alguna de las existentes en nuestro pueblo, compartiendo culto con otra Imagen. ¿Podría ser en la de Santiago del Moral, San Cristóbal, San Bartolomé, San Agustín, Los Mártires San Andrés o San Lorenzo? En cualquier caso creemos firmemente que en la de la Virgen de la Estrella es difícil que estuviera porque hay abundante documentación sobre dicha ermita a finales del S. XVIII y principios del XIX, con indicación de los retablos existentes y no se habla para nada del Santo Patrón.

La creencia que tenemos de haber recibido culto fuera de la parroquia está basada en las razones expuestas por los hermanos en la refundación al decir textualmente que la Hermandad fue disuelta por los Franceses” interpretando nosotros, no sin cierta temeridad, que dicha disolución además de la espiritual fue física pues tengamos en cuenta que la práctica totalidad de las ermitas de Los Santos, a excepción de la de la Virgen de la Estrella, fueron saqueadas y arruinadas por ellos. Además de que en 1825 se realizó un altar de mampostería para el Santo. Seguramente de haber estado recibiendo culto en la Parroquia, hubiera contado anteriormente con uno propio.

La refundación se hizo en la Parroquia, concretamente en la Sacristía, allí se celebraban anualmente los cabildos y allí recibía culto hasta que se ha construido, desde luego con gran acierto, su nueva ermita.

Los cultos en honor al Santo eran los siguientes:

-Misa el día de San Isidro.

- Sermón a cargo del Párroco o Coadjutor.

-Procesión por las calles del Pueblo.

-Misa mensual de difuntos (Regla que ya existía en la primitiva hermandad).-Asistencia a la Procesión del Corpus, como aparece consignada en el archivo parroquial, junto con las demás Hermandades y Cofradías de Los Santos, teniendo asignada cada una de ellas su sitio dentro del desfile atendiendo a la antigüedad de su fundación.

Este es, a nuestro juicio, el análisis del primer libro y parte del segundo que hemos examinado. En cuanto recibamos la documentación solicitada a otros archivos, completaremos la información histórica de esta entrañable, antigua y numerosa Hermandad.

Juan Murillo Tovar - Manuel Molina lavado. Mayo, 2011.