viernes, 25 de mayo de 2012

EL LIBRO BECERRO



Todavía se conservan en nuestro pueblo algunas “JOYAS” históricas que nos ayudan a comprender y profundizar en la verdadera dimensión que Los Santos ha alcanzado a lo largo de su existencia.. En este pequeño artículo pretendo sacar a la luz pública, una de ellas :el denominado “ LIBRO BECERRO “ que se custodia en nuestra Iglesia Parroquial..

¿QUÉ ES EL LIBRO BECERRO?.

Generalmente suele conocerse como Libro Becerro a aquél dónde se anotaban los derechos, acciones y pertenencias de una determinada institución ,congregación o fundación. En éste de Los Santos además de ello se consignan una relación circunstanciada de todos los sufragios, perpetuas memorias ,capellanías y fundaciones pías que los fieles, normalmente como actos de última voluntad ,ofrecían por su alma y por la de sus seres queridos..La denominación de “BECERRO” se debe exclusivamente al material con el que están forrados, es decir con piel de ternera joven o recién nacida, e incluso en algunas ocasiones, con la de los abortos..

El de nuestro pueblo, perfectamente conservado por obra y gracia del mimo y cuidado de nuestros párrocos a lo largo de tantos siglos, ya está desprovisto de esa piel porque tan solo con una ligero examen apreciamos que la encuadernación actual del libro no es de más allá de finales del s. XIX, ya que comienza con la relación nominal por orden alfabético de todas aquellas personas que expresaron su voluntad de que sus almas fueran encaminadas a la salvación a través de los sufragios, misas y otros oficios litúrgicos. Efectivamente las pastas son de papel prensado (cartón) ,material propio del siglo XIX, aunque el papel y los pliegos que se iban uniendo son los originales. De grandísimas proporciones tal y como pude observarse en la fotografía, el manejo diario no era fácil pero si resultaba eficaz para el ingente número de anotaciones que se solían practicar.


ESTRUCTURA Y CONTENIDOS.-

Como hemos dicho anteriormente, el libro en su configuración actual comienza con la relación amplísima de todas aquellos fieles que a lo largo de TRESCIENTOS CUARENTA Y SIETE años quisieron dejar su impronta espiritual a base de misas y recuerdos litúrgicos. Son más de 600 nombres los que se anotan desde 1612 hasta 1957 en el que aparece la última inscripción.

A continuación se extiende, lo que debió ser la primera anotación, que se corresponde con la certificación expedida por el Prior de la Orden de Santiago (Obispo) con competencia en estos territorios ,acreditativa de la obligación de la Iglesia Parroquial de Los Santos de disponer de un Libro Becerro. Posteriormente se va haciendo la enumeración de todos aquellos sufragios ,misas, censos etc que pertenecían a la Iglesia, así como las capellanías, Obras Pías, Fundaciones y Perpetuas Memorias de sus fieles.

La brevedad de este artículo me exige que solo pueda referirme a lo más curioso, relevante o insólito de las anotaciones. En ellas están consignadas todas las familias genuinas de nuestro pueblo y todos tenemos algún antepasado que quiso perpetuar su memoria o procurar su salvación a través de sufragios y otras ofrendas que algunas, no todas, eran indefinidas y muchas de carácter temporal. La decisión de los que presentían pronto su final y ayudar a que sus almas encontraran lo más rápidamente posible en encuentro definitivo en la Gloria no la fiaban (como ocurre actualmente) a la generosidad o piedad de sus herederos sino que imponían sobre los rendimientos de sus propios bienes la obligación futura de abonar los estipendios exigidos por la Iglesia. Así, desde los menos pudientes a los que disfrutaban de numerosa fortuna ,un conglomerado de censos sobre tierras de labor , viñas, olivo, huertas e incluso casas, servían para dar cumplimento espiritual a los deseos de salvación. Solo en nuestro termino municipal, más de 1800 fanegas de tierra estaban afectadas al cumplimiento de misas, tanto rezada como cantadas que eran oficiadas por una multitud de presbíteros y capellanes que durante los siglos XVII y XVIII alcanzaban la cifra de 32 a 40.Ese número tan elevado de sacerdotes nos da una idea de la importancia que tuvo en Los Santos la clase presbiterial. Tanto es así que incluso algunas Fundaciones y Capellanías ate el riesgo de que los sacerdotes consagrados no pudieran hacerse cargo de la totalidad de los oficios litúrgicos, propiciaron financiar el coste de los estudios sacerdotales en los Seminarios e incluso Universidades para los naturales de este pueblo La del Alférez Aguilar, la de su hermana María Gordillo, la del Conde de Vía Manuel y modernamente, a principios del s. XX , la de .Juan Durán Lemus ponían a disposición de las familias menos favorecidas por la fortuna el importe de los estudios sacerdotales..

No era pues extraño que la Iglesia Parroquial, sobre todo en los siglos XVII ,XVIII y principios del XIX, el horario de misas fuera prácticamente el de las 24 horas. Algunas de estas Obras Pías y Capellanías disfrutaban de su propio altar. Así el de las Änimas, que aún se conserva, en la Capilla de los Pachones (Sagrario) , en la de Fátima , en el Baptisterio ,San Francisco de Paula, en el antiguo de la Sangre y en otros que ya han desaparecido, se realizaban sus propios oficios con capellanes servideros excllusivos de ellas. No solo dichas ofrendas perpetuas servían para el mantenimiento de un clero tan amplio sino además era una fuente principal de ingresos para la Parroquia y sus necesidades. La forma de financiar las obras de fábrica de nuestros Templos Parroquiales, no solo la constituían las limosnas directas de los fieles sino que junta a los estipendios y arrendamientos de los lugares de culto así como los enterramientos fueron decisivos para la edificación de estas joyas arquitectónicas como nuestra Parroquia de Nuestra Señora de los Ängeles..

Los deseos de salvación de nuestros antepasados y de sus descendientes llegaron al extremo de cargar con tantas obligaciones algunas de las propiedades inmobiliarias, que los sucesores en algunas ocasiones hubieron de abandonar el cultivo de las mismas porque la rentabilidad era prácticamente nula después de abonar las cargas impuestas. Por ello a finales del s.XIX, y previamente con la desamortizaciones habidas en dicho siglo, se permitió la redención de aquellas cargas perpetuas por cierta cantidad en metálico a fin de que no afixiar la economía rural. Aún he comprobado en algunas escrituras las menciones antiguas de esos gravámenes que se vienen arrastrando solo de manera formal, y D Pedro, nuestro Parroco, me informa de que todavía recibe algunas cantidades derivadas de aquellos censos tan antiguos.

La estructura económica de la sociedad santeña de aquellos siglos no puede explicarse sin tener como apoyo este Libro que en tan buen estado se conserva y que sin duda es una fuente importantísima de variados aspectos como el jurídico , urbanístico, así como en el de la natalidad ,esperanza de vida, y cómo no, el espiritual. A pesar de lo que ha significado para nuestro pueblo, no he encontrado publicación que haga referencia al Libro Becerro. En otras artículos proseguiremos con la profundización de su estudio, ,que como dije al principio es una verdadera JOYA para entender y comprender la historia del pueblo de Los Santos.

Para culminar solo hacer mención a que en nuestro Libro también se anotaron las visitas que los rectores de la Orden de Santiago realizaban periódicamente a nuestro pueblo. En dichas visitas, más que nada inspecciones se hacen relación muy detallada de todos los aspectos litúrgicos y sociales de importancia. Es por tanto otra fuente inagotable de noticias. La primera, que se enumera, es la acaecida en 1791.En ella se hace una referencia muy concreta a la incipiente mejora de las condiciones de vida de los santeños, quizás propiciada por la proliferación de cultivos más rentables .La vid y el olivo, así como el regadío de las huertas suponían un cierto respiro a las deplorables condiciones que anteriormente sufría Los Santos. Ya se vislumbraba el aumento poblacional y cómo no, también la expansión del casco urbano por los cuatro costados y la superación de la barrera que suponía la carrera Real de Badajoz (hoy Carrera Grande y Chica).

La de 1852,es un poco más pesimista puesto que los efectos de la Guerra de la Independencia todavía eran patentes y la economía general no había superado aquél desastre. En todo caso ya hay una apertura en la conciencia social sobre todo debido a las normas constitucionales que iban adecuándose a la modernidad. La última reflejada es la que corresponde a 1878 ,que ya como despedida del influyente efecto de las Ordenes Militares, dejaban en manos del Obispado de Badajoz la competencia espiritual de nuestro pueblo..

Los Santos de Maimona Mayo de 2012..-

Fdo. Juan Murillo Tovar.

Fotos y composición: Eduardo Sánchez G.

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