viernes, 25 de mayo de 2012

HISTORIA DE LAS RELACIONES LABORALES.

LAS RELACIONES LABORALES EN

LOS SANTOS DE MAIMONA

1745

PRIMER CONVENIO COLECTIVO DEL CAMPO

Conjugar las legítimas aspiraciones de trabajadores y empresarios nunca ha sido fácil.

A lo largo de la historia se han venido estableciendo diversos mecanismos para procurar equilibrar unos y otros. Es verdad que históricamente el peso de los patronos parecía muy superior al de los asalariados, y más aún en el sector agrícola en el que la precariedad era la nota más distintiva. En estos tiempos en que las relaciones laborales están tan de actualidad, parece oportuno mirar hacia la historia, no la reciente, ni la del siglo pasado, ni siquiera la del XIX ,tan convulso, sino remontarnos a mediados del s. XVIII en el que también existieron conflictos y fueron solucionados transitoriamente con dosis de buena voluntad por ambas partes.

Antigua fotografía de la Plaza Chica de Los Santos de Maimona,
tradicional lugar de encuentro entre Labradores y Jornaleros.

Hay dos momentos históricos de cierto resplandor económico y social en nuestro pueblo::El siglo XVI y la segunda mitad del XVIII. En el citado del XVI la cierta prosperidad fue sin duda debida a la Conquista de América y a la emigración de muchos, muchísimos santeños que hicieron fortuna y no se olvidaron de su pueblo. La construcción de la Iglesia Parroquial, la del Palacio de la Encomienda e incluso el Hospital, hoy fábrica de pan ,son algunos ejemplos. En el s. XVIII ocurrió algo parecido. Si bien es verdad que las rentas con origen en la América Española se redujeron, algunas medidas de la Administración Central y las nuevas ideas liberalizadoras trajeron consigo también un despertar después de un siglo calamitoso como el XVII.

Generalmente, como está acreditado por medio de las actas municipales que se conservan en nuestro archivo, eran los ayuntamientos quienes fijaban los jornales, sobre todo en tiempos de recolección. Sin embargo el acatamiento de esos acuerdos no fue siempre pacífico. A mediados del s. XVIII, concretamente en 1745,a la hora de establecer la fijación de las cuantía que los segadores debían percibir, se encontró con la firme oposición de algunos de aquellos que no lo consideraban justa .Como ya se ha hecho mención, la proliferación de cultivos más rentables y el valor de los productos supuso cierto bienestar para los agricultores. La amenaza de los jornaleros en salir del pueblo para buscar faenas n otros colindantes o incluso fuera dela región suponía el peligro de que las cosecha no pudiera ser recogida. También es necesario comentar que los labradores o agricultores importantes solían fidelizar a sus cuadrillas de segadores, vendimiadores y otros jornaleros dedicados a la recolección de aceitunas anticipándoles algún metálico o especies (granos) durante el año a cuenta de los futuros jornales. Así mismo les procuraban algunas tierras para su cultivo (peujal)

Pero no todos los años eran propicios y en algunas ocasiones los representantes de los trabajadores, denominados manijeros, solían apalabrar con otros labradores forasteros la recolección. El peligro de que “los panes” se quedaran en el campo, obligó al Ayuntamiento prohibir que las cuadrillas salieran de pueblo, como así ocurrió en 1745.Los jornaleros, que ya habían contratado con estos forasteros, no se plegaron a dicha prohibición teniendo que intervenir el Intendente General dela Provincia (Gobernador Civil) a fin de tratar de solucionar el conflicto. A pesar de las multas en las que pudieran incurrir los trabajadores desobedientes, lo cierto es que éstos amenazaron con marcharse, y pagar la multa. Fue necesario una negociación ardua con los representantes más relevantes de los patronos para evitar perjuicios. Así unos y otros convinieron la forma de solucionarlos. Parte cumpliría sus compromisos y otros se quedarían realizando sus faenas en nuestro termino municipal. No solo consiguieron unos y otros sus objetivos, después de anunciar un paro laboral sino que vieron sustancialmente incrementados sus jornales..Se hace una relación pormenorizada de los jornales por siega ,a los mozos que anualmente servían en la misma casa ,también se incluyó una mejora, así como a los gañanes y mayorales. La cuantía de las labores en viñedos y olivos también tuvieron su reflejo en ese acuerdo o convenio que debió fructificar después del anunciado paro. Son curiosos los nombres de los representantes de los jornaleros, por ejemplo FRANCISCO SANTIAGO, que aparece como líder sindical, así como ANTONIO LUNA, su lugarteniente y entre los empresarios estaban ANTONIO DE CARVAJAL, CRISTOBAL DE MONTOYA Y LUIS GOLFÍN, que eran los negociadores por parte de los empresarios. Como puede observarse, las relaciones laborales y los conflictos colectivos no son inventos ni del s. XIX ni del XX.

Permítanme que desde aquí rinda homenaje a aquellos representantes sindicales y empresariales que lograron, no sin algunos conflictos, tras la transición democrática, conciliar las aspiraciones justas de unos y otros a través de los convenios colectivos del campo: DON JOSÉ SANTIAGO LAVADO, D. ANTONIO GORDILLO,,LOS HERMANOS D. ANTONIO Y D. JUAN ANTONIO SÁNCHEZ ORTEGA, D. ANTONIO ARROYO RODRÍGUEZ, D. JUAN MURILLO DE LA CALZADA y cómo no, desde el Ayuntamiento y la Cooperativa, los esfuerzos de D. ANTONIO AMADOR ORTIZ y de otros muchos que no perteneciendo genuinamente al sector agrario pero que por su formación y cierta experiencia se implicaron también en poner las bases de una concordia no ciertamente fácil.

Los Santos de Maimona Mayo de 2012.

EL LIBRO BECERRO



Todavía se conservan en nuestro pueblo algunas “JOYAS” históricas que nos ayudan a comprender y profundizar en la verdadera dimensión que Los Santos ha alcanzado a lo largo de su existencia.. En este pequeño artículo pretendo sacar a la luz pública, una de ellas :el denominado “ LIBRO BECERRO “ que se custodia en nuestra Iglesia Parroquial..

¿QUÉ ES EL LIBRO BECERRO?.

Generalmente suele conocerse como Libro Becerro a aquél dónde se anotaban los derechos, acciones y pertenencias de una determinada institución ,congregación o fundación. En éste de Los Santos además de ello se consignan una relación circunstanciada de todos los sufragios, perpetuas memorias ,capellanías y fundaciones pías que los fieles, normalmente como actos de última voluntad ,ofrecían por su alma y por la de sus seres queridos..La denominación de “BECERRO” se debe exclusivamente al material con el que están forrados, es decir con piel de ternera joven o recién nacida, e incluso en algunas ocasiones, con la de los abortos..

El de nuestro pueblo, perfectamente conservado por obra y gracia del mimo y cuidado de nuestros párrocos a lo largo de tantos siglos, ya está desprovisto de esa piel porque tan solo con una ligero examen apreciamos que la encuadernación actual del libro no es de más allá de finales del s. XIX, ya que comienza con la relación nominal por orden alfabético de todas aquellas personas que expresaron su voluntad de que sus almas fueran encaminadas a la salvación a través de los sufragios, misas y otros oficios litúrgicos. Efectivamente las pastas son de papel prensado (cartón) ,material propio del siglo XIX, aunque el papel y los pliegos que se iban uniendo son los originales. De grandísimas proporciones tal y como pude observarse en la fotografía, el manejo diario no era fácil pero si resultaba eficaz para el ingente número de anotaciones que se solían practicar.


ESTRUCTURA Y CONTENIDOS.-

Como hemos dicho anteriormente, el libro en su configuración actual comienza con la relación amplísima de todas aquellos fieles que a lo largo de TRESCIENTOS CUARENTA Y SIETE años quisieron dejar su impronta espiritual a base de misas y recuerdos litúrgicos. Son más de 600 nombres los que se anotan desde 1612 hasta 1957 en el que aparece la última inscripción.

A continuación se extiende, lo que debió ser la primera anotación, que se corresponde con la certificación expedida por el Prior de la Orden de Santiago (Obispo) con competencia en estos territorios ,acreditativa de la obligación de la Iglesia Parroquial de Los Santos de disponer de un Libro Becerro. Posteriormente se va haciendo la enumeración de todos aquellos sufragios ,misas, censos etc que pertenecían a la Iglesia, así como las capellanías, Obras Pías, Fundaciones y Perpetuas Memorias de sus fieles.

La brevedad de este artículo me exige que solo pueda referirme a lo más curioso, relevante o insólito de las anotaciones. En ellas están consignadas todas las familias genuinas de nuestro pueblo y todos tenemos algún antepasado que quiso perpetuar su memoria o procurar su salvación a través de sufragios y otras ofrendas que algunas, no todas, eran indefinidas y muchas de carácter temporal. La decisión de los que presentían pronto su final y ayudar a que sus almas encontraran lo más rápidamente posible en encuentro definitivo en la Gloria no la fiaban (como ocurre actualmente) a la generosidad o piedad de sus herederos sino que imponían sobre los rendimientos de sus propios bienes la obligación futura de abonar los estipendios exigidos por la Iglesia. Así, desde los menos pudientes a los que disfrutaban de numerosa fortuna ,un conglomerado de censos sobre tierras de labor , viñas, olivo, huertas e incluso casas, servían para dar cumplimento espiritual a los deseos de salvación. Solo en nuestro termino municipal, más de 1800 fanegas de tierra estaban afectadas al cumplimiento de misas, tanto rezada como cantadas que eran oficiadas por una multitud de presbíteros y capellanes que durante los siglos XVII y XVIII alcanzaban la cifra de 32 a 40.Ese número tan elevado de sacerdotes nos da una idea de la importancia que tuvo en Los Santos la clase presbiterial. Tanto es así que incluso algunas Fundaciones y Capellanías ate el riesgo de que los sacerdotes consagrados no pudieran hacerse cargo de la totalidad de los oficios litúrgicos, propiciaron financiar el coste de los estudios sacerdotales en los Seminarios e incluso Universidades para los naturales de este pueblo La del Alférez Aguilar, la de su hermana María Gordillo, la del Conde de Vía Manuel y modernamente, a principios del s. XX , la de .Juan Durán Lemus ponían a disposición de las familias menos favorecidas por la fortuna el importe de los estudios sacerdotales..

No era pues extraño que la Iglesia Parroquial, sobre todo en los siglos XVII ,XVIII y principios del XIX, el horario de misas fuera prácticamente el de las 24 horas. Algunas de estas Obras Pías y Capellanías disfrutaban de su propio altar. Así el de las Änimas, que aún se conserva, en la Capilla de los Pachones (Sagrario) , en la de Fátima , en el Baptisterio ,San Francisco de Paula, en el antiguo de la Sangre y en otros que ya han desaparecido, se realizaban sus propios oficios con capellanes servideros excllusivos de ellas. No solo dichas ofrendas perpetuas servían para el mantenimiento de un clero tan amplio sino además era una fuente principal de ingresos para la Parroquia y sus necesidades. La forma de financiar las obras de fábrica de nuestros Templos Parroquiales, no solo la constituían las limosnas directas de los fieles sino que junta a los estipendios y arrendamientos de los lugares de culto así como los enterramientos fueron decisivos para la edificación de estas joyas arquitectónicas como nuestra Parroquia de Nuestra Señora de los Ängeles..

Los deseos de salvación de nuestros antepasados y de sus descendientes llegaron al extremo de cargar con tantas obligaciones algunas de las propiedades inmobiliarias, que los sucesores en algunas ocasiones hubieron de abandonar el cultivo de las mismas porque la rentabilidad era prácticamente nula después de abonar las cargas impuestas. Por ello a finales del s.XIX, y previamente con la desamortizaciones habidas en dicho siglo, se permitió la redención de aquellas cargas perpetuas por cierta cantidad en metálico a fin de que no afixiar la economía rural. Aún he comprobado en algunas escrituras las menciones antiguas de esos gravámenes que se vienen arrastrando solo de manera formal, y D Pedro, nuestro Parroco, me informa de que todavía recibe algunas cantidades derivadas de aquellos censos tan antiguos.

La estructura económica de la sociedad santeña de aquellos siglos no puede explicarse sin tener como apoyo este Libro que en tan buen estado se conserva y que sin duda es una fuente importantísima de variados aspectos como el jurídico , urbanístico, así como en el de la natalidad ,esperanza de vida, y cómo no, el espiritual. A pesar de lo que ha significado para nuestro pueblo, no he encontrado publicación que haga referencia al Libro Becerro. En otras artículos proseguiremos con la profundización de su estudio, ,que como dije al principio es una verdadera JOYA para entender y comprender la historia del pueblo de Los Santos.

Para culminar solo hacer mención a que en nuestro Libro también se anotaron las visitas que los rectores de la Orden de Santiago realizaban periódicamente a nuestro pueblo. En dichas visitas, más que nada inspecciones se hacen relación muy detallada de todos los aspectos litúrgicos y sociales de importancia. Es por tanto otra fuente inagotable de noticias. La primera, que se enumera, es la acaecida en 1791.En ella se hace una referencia muy concreta a la incipiente mejora de las condiciones de vida de los santeños, quizás propiciada por la proliferación de cultivos más rentables .La vid y el olivo, así como el regadío de las huertas suponían un cierto respiro a las deplorables condiciones que anteriormente sufría Los Santos. Ya se vislumbraba el aumento poblacional y cómo no, también la expansión del casco urbano por los cuatro costados y la superación de la barrera que suponía la carrera Real de Badajoz (hoy Carrera Grande y Chica).

La de 1852,es un poco más pesimista puesto que los efectos de la Guerra de la Independencia todavía eran patentes y la economía general no había superado aquél desastre. En todo caso ya hay una apertura en la conciencia social sobre todo debido a las normas constitucionales que iban adecuándose a la modernidad. La última reflejada es la que corresponde a 1878 ,que ya como despedida del influyente efecto de las Ordenes Militares, dejaban en manos del Obispado de Badajoz la competencia espiritual de nuestro pueblo..

Los Santos de Maimona Mayo de 2012..-

Fdo. Juan Murillo Tovar.

Fotos y composición: Eduardo Sánchez G.